El presidente Reuvén Rivlin se reunió hoy (domingo) con Abdallah Chatila, el empresario suizo-libanés que compró objetos de Hitler en una subasta llevada a cabo en Alemania en noviembre, para evitar que lleguen a manos de neonazis.
Chatila, que reside en Suiza, llegó a Israel invitado por la organización Keren Hayesod, y visitará el museo ‘Yad Vashem’ en Jerusalem para donar los bienes que adquirió por 600 mil euros.
El director de ‘Yad Vashem’, Avner Shelo, afirmó que los bienes serán conservados. “No tenemos la intención de presentar la colección completa para evitar que sean objeto de alabanza a Hitler y al partido nazi, pero seguramente algunos de ellos serán exhibidos en un contexto educativo para contar la historia de los nazis”, expresó. Shelo señaló que ‘Yad Vashem’ ya cuenta con objetos nazis, algunos de los cuales pertenecieron a Hitler.
“Quise comprar los objetos de Hitler porque temía que cayeran en las manos equivocadas”, sostuvo Chatila. Y agregó que hizo lo correcto por el bien de la humanidad.
“Recibí alrededor de 2.000 mensajes de agradecimiento por parte de judíos, y un puñado de árabes me amenazó y me llamó ‘traidor”, manifestó el empresario. Y añadió: “Cinco amigos libaneses me dijeron que estaban orgullosos de que un libanés hiciera un aporte para la paz, pero mis padres temen viajar al Líbano”.
Sam Grundwerg, director de la organización Keren Hayesod, afirmó que “Abdallah Chatila realizó un acto muy valiente para que recordemos no sólo nuestro pasado trágico, sino también que el antisemitismo aún está vivo”.
Grundwerg se dirigió a Chatila, y expresó: “Nos recordaste a nosotros y a toda la humanidad que a pesar de que vivimos en un mundo loco plagado de odio y antisemitismo, hay personas que hacen lo correcto y dicen la verdad”.
El presidente Rivlin le agradeció a Chatila por la adquisición de los objetos: “Tu aporte es muy importante en tiempos en que las personas intentan negar la verdad histórica. Estos bienes, que en tu bondad decidiste donar a ‘Yad Vashem’, ayudarán a transmitir el legado de la Shoá a las nuevas generaciones, las cuales no conocerán a los sobrevivientes”.
Rivlin agregó: “Lo que hiciste parece muy simple, pero con tu amabilidad le has mostrado al mundo cómo se lucha contra el odio y la incitación contra otras personas. Esta fue una acción de un verdadero ser humano. Sé que te han agradecido muchas veces, pero sentí la necesidad de expresarte mi agradecimiento en la residencia del presidente, en Jerusalem. Nosotros apreciamos lo que hiciste y te damos las gracias”.
Chatila, emocionado, respondió: “Es un gran honor estar aquí. Cuando leí sobre los objetos que estaban a la venta, inmediatamente sentí la necesidad de adquirirlos y destruirlos. Pero pensé que no tenía derecho a decidir sobre qué hacer con esos bienes, y estoy muy feliz de que ahora estén en ‘Yad Vashem’. Cuando comprendo lo importante que es esto para el pueblo judío, siento escalofríos. No obstante, creo que el mensaje es para todo el mundo, y ese mensaje es ‘nunca más’, y no se trata de otra consigna sin significado”.