El director nacional de la lucha contra la pandemia, Salman Zarka, dijo el miércoles que Israel aparece en la cúspide de una nueva ola de morbilidad de COVID de la variante BA5.
La variante BA5 se detectó por primera vez en febrero de este año y registró una rápida propagación, aunque no se vieron casos más graves de la enfermedad.
El martes se confirmaron 4.585 nuevos casos de COVID-19, casi el doble que la semana anterior, pero las autoridades dijeron que esa cifra no es indicativa del alcance real de la morbilidad porque muchas personas no se hacen la prueba. El factor R, que indica la propagación de los contagios en la población, ha aumentado a 1,19.
El primer ministro Naftalí Bennett celebró consultas con expertos en salud el miércoles para discutir el aumento de los casos de virus y sopesar los posibles pasos que podría tomar el gobierno, incluida una quinta vacuna para el grupo de más de 60 años y los trabajadores de la salud y una vacuna de refuerzo adicional para niños de 5 a 11 años.
El martes, el Ministerio de Salud emitió una recomendación para que las personas mayores y la población en riesgo retomen el uso de máscaras en espacios cerrados.
Zarka dijo que no ve la necesidad de volver a imponer restricciones de salud en este momento.
“Tenemos que sopesar la necesidad de salvar vidas con la seguridad nacional, la educación y la economía”, evaluó.
“En el pasado, el gobierno optó por no imponer restricciones y permitir el crecimiento económico junto con la pandemia de COVID”, concluyó Zarka.