Dr. David Shasha.
Dr. David Shasha.
Nir Sasson
La bacteria meningococo, vista a través de un poderoso microscopio.

Meningococo, la peligrosa bactería que mató a un soldado de las FDI

Puede causar enfermedades graves y potencialmente mortales, pero que se manifiestan a través de síntomas a los que las personas generalmente no prestan atención.

David Shasha* |
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El meningococo, una bacteria virulenta que provocó la muerte de un soldado de las FDI de 20 años en el Centro Médico Hadassah, la semana pasada, puede causar meningitis y una enfermedad grave llamada meningococcemia, en la que la bacteria se propaga por todo el cuerpo a través del torrente sanguíneo.
Las tasas de mortalidad y discapacidad después de la enfermedad meningocócica son muy altas, debido a que se trata de una enfermedad de rápida progresión, que comienza con síntomas inespecíficos (fiebre, debilidad, cefaleas y dolores musculares) que a menudo no requieren atención médica inmediata. Cuando la afección empeora, el deterioro puede ser dramático y rápido, y el tratamiento con antibióticos para la bacteria no siempre salva al paciente.
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La bacteria meningococo, vista a través de un poderoso microscopio.
La bacteria meningococo, vista a través de un poderoso microscopio.
La bacteria meningococo, vista a través de un poderoso microscopio.
(Shutterstock)
Es por eso que el enfoque principal para tratar la enfermedad meningocócica es la prevención. Dado que es difícil identificar la enfermedad a tiempo y, cuando se identifica, el tratamiento suele ser tardío e ineficaz, intentar prevenir la enfermedad a través de la vacunación es la mejor estrategia.
Aunque la enfermedad meningocócica requiere ser notificada en Israel, y cada caso positivo se notifica al Ministerio de Salud, hay poca información publicada sobre la prevalencia de la enfermedad.
Un estudio dirigido por el profesor Chen Stein-Zamir, del Ministerio de Salud, y publicado en 2018, indica que la incidencia de la enfermedad en Israel durante una década fue de un caso por cada 100.000 ciudadanos (una tasa significativamente más alta que la reportada en los Estados Unidos y en algunos países europeos).
La enfermedad meningocócica, que afecta principalmente a los bebés, también es común en otro grupo de edad, que ve una mayor prevalencia a medida que las personas alcanzan la edad militar y universitaria. Se trata de un grupo de adolescentes que a menudo viven en condiciones de hacinamiento, lo que permite que la bacteria (que muchas personas portan sin causar ninguna enfermedad) se propague fácilmente de una persona a otra (en el ejército, residencias universitarias, yeshivas, entre otros).
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Estudiantes de Yeshivá reunidos alrededor de una unidad móvil de pruebas de coronavirus de Magem David Adom en Jerusalem.
Estudiantes de Yeshivá reunidos alrededor de una unidad móvil de pruebas de coronavirus de Magem David Adom en Jerusalem.
Estudiantes de Yeshivá de Jerusalem durante la vacunación contra el COVID-19.
(Alex Kolomoisky)
Es por eso que la vacunación contra el meningococo se ha convertido en parte de la rutina de vacunación en muchos países del mundo para estos grupos de edad, que van desde bebés y adolescentes de 15 a 19 años.
En Israel, la vacuna antimeningocócica no ha sido incluida en la lista de vacunación sistemática para lactantes y adolescentes, a pesar de que se ha propuesto su inclusión en el programa de salud en varias ocasiones. Esto se debe a su costo relativamente alto y a la necesidad de vacunar a toda la población para prevenir un pequeño número de casos cada año.
En las discusiones sobre el programa de salud, cuando los recursos son limitados, este gasto puede afectar significativamente a toda la canasta de medicamentos. A pesar de la ausencia de vacunas antimeningocócicas en la canasta de salud, el Ministerio de Salud recomienda vacunar contra la enfermedad a los lactantes y considerar la vacunación para niños mayores de esa edad.
El único grupo vacunado rutinariamente contra la enfermedad meningocócica en Israel son los soldados que reciben la vacuna durante su proceso de alistamiento. Sin embargo, según el mismo estudio realizado por el profesor Chen Stein-Zamir, alrededor del 70% de todas las infecciones meningocócicas en Israel son causadas por la cepa meningocócica B, que no está incluida en la vacuna proporcionada en el ejército.
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Mujeres soldado de las FDI durante su alistamiento.
Mujeres soldado de las FDI durante su alistamiento.
Mujeres soldado de las FDI durante su alistamiento.
(FDI)
Un estudio publicado en 2009 por el doctor Daniel Maymoni, del Cuerpo Médico de las FDI, informó que desde 1995, el año en que todos los soldados de las FDI comenzaron a ser vacunados contra la enfermedad meningocócica, se ha observado una disminución significativa en el número de casos anualmente entre los soldados.
Sin embargo, todavía hay un promedio de un caso de enfermedad meningocócica entre los soldados cada año, y estos casos siempre han sido infecciones con la cepa B, que no está incluida en la vacuna administrada a los soldados de las FDI.
Hoy en día hay dos vacunas disponibles en el mercado contra la cepa meningocócica B, y recientemente, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó una nueva vacuna que combina la recibida por los soldados de las FDI con una vacuna contra el meningococo B en una sola fórmula. Se espera que el Ministerio de Salud y el Cuerpo Médico de las FDI consideren reemplazar la vacuna existente por esta nueva.
Hoy en día hay dos vacunas disponibles en el mercado contra la cepa meningocócica B.
Además, es importante recordar que en Israel sólo el 50% de los jóvenes de 18 años sirven en el ejército y reciben la vacuna antimeningocócica. El 50% restante incluye a jóvenes árabes israelíes, ultraortodoxos y otros jóvenes que no sirven en las FDI. Estos jóvenes también pueden encontrarse en entornos abarrotados y ser incluidos en el grupo de riesgo de infección meningocócica.
Si bien las vacunas antimeningocócicas para bebés y adolescentes están disponibles en el sector privado, y muchos padres deciden vacunar a sus hijos, esta realidad refleja la desigualdad en los servicios de salud en Israel, donde los niños de familias acomodadas reciben atención médica preventiva buena y actualizada, mientras que los niños de familias de bajos ingresos no reciben atención médica preventiva.
(*) Especialista en medicina interna y enfermedades infecciosas en el Centro Médico Sourasky de Tel Aviv
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