Tiran Fero fue enterrado este jueves en su ciudad natal, en el norte de Israel, después de que hombres armados palestinos devolvieran su cuerpo tras el secuestro ocurrido durante el martes.
Fero, de 18 años, y su amigo resultaron heridos en un accidente de coche en la ciudad cisjordana de Jenin y fueron trasladados a un hospital local. Mientras su compañero recibía tratamiento, el cuerpo de Fero fue secuestrado por atacantes palestinos que, al parecer, creían que era un soldado.
El miércoles se informó de que las facciones militantes palestinas estaban trabajando para liberar el cuerpo tras determinar que Fero no era un soldado. De hecho, el portavoz de las facciones militantes palestinas en Jenín, Abu Moujahid, comentó en árabe que los militantes estaban acelerando las comunicaciones con la Cruz Roja sobre el traslado del cuerpo a Israel.
El jueves, a las 4 de la mañana, el cuerpo de Fero fue devuelto a su familia, tras 30 horas de intensas negociaciones entre la defensa israelí y la Autoridad Palestina. El funeral se celebró ese mismo día en la localidad de Daliat al-Carmel, una comunidad drusa situada en el monte Carmelo, al sur de Haifa.
Shiekh Mowafaq Tarif, líder espiritual de la comunidad, agradeció a quienes trabajaron en la devolución del cuerpo. También manifestó: "En este momento, nuestros corazones están con la afligida familia que ahora se ve obligada a acompañar a su ser querido al descanso eterno".
El primo de Fero, Adi, sostuvo que había "emociones encontradas" sobre el regreso de su cuerpo, diciendo: "Por un lado, es un alivio que el niño haya sido devuelto a Israel para que podamos enterrarlo". "Pero, por otro lado, nos duele la pérdida de un muchacho de 18 años. Estamos desgarrados. Perder a un hijo es algo muy difícil, pero al menos el cuerpo fue devuelto. Ese es el trozo de esperanza en medio de toda esta gran tristeza".