A pesar de la importancia de la votación nacional, más de 26.000 israelíes se irán de vacaciones fuera del país el día de las elecciones, pasando el feriado nacional de viaje en lugar de votar.
Entre los que se apresuraron a marcharse un día antes de las elecciones había algunos que aseguraron que no creían que sus votos pudieran romper el empate entre los bloques políticos, a pesar de que las encuestas indican que la carrera esta vez está más reñida que nunca.
Moshe, de Har Adar, cerca de Jerusalem, se preparaba para viajar a Atenas. Hizo sus planes a pesar de ser consciente de que perdería su oportunidad de votar, pero no le importó.
"Estamos hartos de esto", contó. "Es la quinta vez que votamos en tres años. Queremos viajar y pasarlo bien", agregó.
Su pareja fue quien insistió en que se fueran. "Vi que las encuestas predecían un empate. Las leyes electorales deben cambiar", sostuvo.
Lili, partidaria del Likud, está de acuerdo. "Las elecciones sobrevivirán sin mí", manifestó. "Sé que la carrera está apretada, pero ¿qué puedo hacer? Dile a Bibi que lo siento", sumó, refiriéndose a Benjamín Netanyahu por su apodo.
Por otro lado, Ariel, que lleva una década viviendo en Canadá, decidió volver a su país tras una visita de un mes.
"Me importa el país, pero teníamos una agenda", explicó. "Me hubiera gustado quedarme. Nos fuimos a Canadá por el costo de la vida. Nos trasladamos a un lugar donde la vida es más fácil", remarcó.
Hal'a también quiso viajar en este momento, a pesar de la preocupación de que la participación electoral en el sector árabe sea baja.
"Tengo tiempo libre en la escuela y pensé que sería el mejor momento para viajar", comentó. "Veo a muchos que no están interesados en votar aunque no viajen. Quieren el día libre y no les importan las elecciones", confesó.
Hal'a agregó que si se hubiera quedado, su voto habría ido a parar al partido Balad, que no se prevé que obtenga el mínimo de votos necesario para superar el umbral de la Knesset.
Wared, por su parte, volvió a Israel desde Bulgaria, especialmente para votar. "Tuve algo de tiempo después de mi licenciatura y decidí volver", explicó.
Aceptó el puesto como trabajador electoral en su ciudad natal, Arraba, y apoyará a la Lista Árabe Conjunta.
"Para mí era importante votar y hago un llamamiento a todos para que acudan a las urnas", planteó. "Debemos detener el aumento del fascismo. Esto es una supuesta democracia, así que ¿por qué deberíamos renunciar a nuestro derecho?", agregó.
Gil, que es guía turístico en Atenas, donde ahora vive, también volvió para las elecciones.
"Es importante que todos los israelíes voten, independientemente de su afiliación política", dijo, y añadió que si hay una sexta elección, también viajara para depositar su voto en una urna.