Israel ocupa el puesto 33 con 62 puntos en el Índice Global de Percepción de la Corrupción para 2023 publicado este martes.
Se trata de una caída de dos escalones en comparación con la situación de 2022, cuando la puntuación de Israel era 63.
Sin embargo, la situación es mejor que en 2021, cuando el Estado judío tenía el puesto 36 en el índice con una puntuación de 59, cerca de la puntuación de 50, que es la "línea roja" del informe.
El Índice Global de Percepción de Corrupción de Transparencia Internacional existe desde 1995 y clasifica cada año a 180 países, con los objetivos de dar a los empresarios datos para evaluar el grado de corrupción en los países con los que están considerando hacer negocios.
En Israel, el índice lo publica la asociación "Transparencia Internacional Israel - Shabil", que es una de las 100 sucursales de la organización global.
En lo más alto de la lista, los países con menos corrupción son: Dinamarca, Finlandia, Nueva Zelanda, Noruega, Singapur, Suecia, Suiza, Países Bajos, Alemania y Luxemburgo. Justo por delante de Israel, en el puesto 27, se encuentran los Emiratos Árabes Unidos, seguidos de Taiwán y Chile.
A continuación se encuentran países como Lituania, Portugal, Letonia, España, Qatar, República Checa, Italia, Eslovenia, Costa Rica, Eslovaquia, Chipre, Arabia Saudita, Malta y Croacia, que recibieron una puntuación de 50.
Al final de la lista, es decir, los países más corruptos, se encuentran, entre otros, Rusia, Nigeria, Irán, Líbano, Honduras, Eritrea, Afganistán, Sudán, Libia, Haití, Corea del Norte, Yemen, Sudán del Sur, Siria y Venezuela.
El título del país más corrupto del mundo lo ostenta Somalia, con 11 puntos.
Israel ocupa el segundo lugar en la región de Medio Oriente y Norte de África. La puntuación media de la región es de sólo 38, en comparación con una puntuación media de 65 para los países de la UE, más Gran Bretaña y Suiza.
La puntuación media en el índice de los países árabes es 34, lejos de Israel.
El juez retirado de Israel, Neely Arad, aseguró tras el informe: "Se encontró que en 2023 hubo una caída en la puntuación de Israel en comparación con el salto en la puntuación en el índice para 2022, lo que representó el cambio más impresionante en nueve años en la posición de Israel en el Índice Global de Percepción de la Corrupción (IPC). El aumento en el índice de 2022 reflejó la conducta del gobierno de Israel ese año, como una democracia liberal, al tiempo que garantizaba un sistema judicial fuerte e independiente y la libre comunicación".
"Hubo un cambio fundamental en esta conducta gubernamental en 2023, cuando su principal manifestación fueron las acciones de los funcionarios del gobierno para debilitar la independencia del sistema judicial", planteó.