Un día después de un sangriento atentado ejecutado en la ciudad de Beer Sheva, miles de personas acudieron a los funerales de los cuatro israelíes asesinados: Doris Yahbes (49), Menahem Menujin (67), Lora Itzhak (43) y Moshe Kravitzky (50).
Doris Yahbes, casada y madre de tres hijos, fue enterrada en un cementerio ubicado a las afueras de la ciudad de Ofakim, a 25 kilómetros de Beer Sheva. Hasta allí viajó Omer Bar Lev, ministro de Seguridad Interior, quien recibió críticas de parte de algunos de los asistentes al funeral. Yossi, esposo de la víctima, pidió que se detuvieran los gritos por respeto a la memoria Doris.
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Fueron sepultados los cuatro israelíes asesinados el martes en Beer Sheva.
(Herzl Yossef)
“No nos vamos a quedar quietos hasta que todos los terroristas sean juzgados. Los vamos a erradicar, llegaremos a sus sitios y a sus familias, procesaremos a cualquiera que apunte un arma o un cuchillo contra civiles israelíes. Esa es la única manera de luchar contra el terrorismo”, prometió el ministro. Yossi, por su parte, lamentó la pérdida de su esposa: “Siempre ayudaste a todos, hasta que llegó una persona repugnante, sucia y llena de odio. Te quitó la vida y te quitó de nosotros”.
Al mismo tiempo era sepultado Menahem Menujin (67) en un cementerio de Beer Sheva. Allí estuvo en representación del gobierno Yifat Shasha Bitton, ministra de Educación, blanco de algunos insultos y acusada por uno de los presentes de “integrar un gobierno con partidarios del terrorismo”.
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Algunos gritos y reproches hacia los políticos que asistieron a los funerales.
(Arik Marmor)
Shasha Bitton lamentó este ataque “que hace recordar a tiempos difíciles para la sociedad israelí” y agradeció a los dos ciudadanos que abatieron al terrorista: “Quiero saludar a los héroes que dispararon contra él e impidieron que continúe la carnicería”. La ministra agregó que “son días difíciles para Beer Sheva y el Estado de Israel, pero no cederemos ante el terrorismo”. Yifat, hermano del difunto, contó que ambos emigraron a Israel desde la India en 1963. “En secreto donaba su pensión de invalidez”, relató.
Lora Yitzhak (43), madre de tres hijas, también fue enterrada en Beer Sheva y en su funeral estuvo Nachman Shai, ministro de la Diáspora, quien abrió la ceremonia con sentidas palabras hacia la familia de la víctima. “Desde sus inicios el Estado de Israel lucha contra el terrorismo. Es una guerra constante y la vamos ganando, pero tiene víctimas y Lora es una de ellas”, afirmó en un discurso interrumpido por el grito de uno de los asistentes: “¡Estamos cansados!”.
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Omer Bar Lev, ministro de Seguridad Interior, en el entierro de Doris Yahbes.
(Arik Marmor)
Efrat y Noa, hijas de Lora de 16 y 14 años respectivamente, también se expresaron durante la ceremonia. “Te agradezco por educarme y por el amor, te prometo que cuidaré a mis hermanos, sos mi heroína y no te olvidaré nunca”, afirmó Efrat, la hija mayor de la familia. Tal, esposo de Lora, reveló en su discurso que la familia había decidido que su hija pequeña de 6 años no asistiera al funeral.
El último de los entierros fue el del rabino Moshe Kravitzky, de 50 años y sepultado en Beer Sheva. El rabino Zalman Garlik, de la organización Jadab Lubavitch, fue el primer orador de la ceremonia y definió al difunto como una persona “comprometida con la misión de ayudar a todos los judíos”. Garlik agregó: “El atacante no distinguió a quien lastimar. Hombres, mujeres, religiosos y no religiosos. Buscó hacer daño al pueblo de Israel”.
