Numerosos sitios arqueológicos importantes a lo largo de la costa de Libia están en peligro de sufrir daños o incluso ser destruidos debido al empeoramiento de la erosión costera que, según los expertos, podría exacerbarse en el futuro debido al aumento del nivel del mar provocado por el cambio climático.
Un ejemplo real de esto se puede ver en la erosión de la costa en Kyrnikeh, ubicada en la parte oriental del país, que presenta uno de los muchos ejemplos de un problema importante para el mundo de la arqueología y la gestión de sitios patrimoniales.
La costa de Kyrnikeh en el este de Libia, que se extiende desde la bahía de Sidera, en el norte del país, hasta la frontera entre Egipto y Libia, tiene una larga historia de presencia humana que se remonta a la era paleolítica.
Como resultado, hay numerosos hitos arqueológicos importantes dispersos por su territorio, algunos de los cuales no han sido completamente explorados o documentados. Además, es el hogar de varias ciudades griegas y romanas antiguas bien conservadas, templos y tumbas que se han conservado durante cientos y cientos de años.
Sin embargo, partes de esta costa histórica son rápidamente erosionadas, lo que amenaza con roer gradualmente y eventualmente sumergir estos sitios importantes durante las próximas dos décadas.
Los peligros que la erosión costera representa para otras áreas a lo largo de la costa de Libia ya se han trazado en detalle, pero no se puede decir lo mismo de la costa de Kyrnaki, en el este del país, también conocida como Pantopolis en la antigüedad y uno de los principales campos de batalla de la sangrienta guerra civil de la nación del norte de África.
Este estudio, publicado en la revista PloS One y realizado por el doctor Kieran Westley y la doctora Julia Nikolaus, de la Universidad de Ulster, en Gran Bretaña, combinó documentación histórica y moderna de la costa de Karnakai utilizando fotografías aéreas, imágenes satelitales y observaciones de campo para evaluar los patrones de erosión costera cerca de estos importantes sitios arqueológicos.
La erosión costera es un proceso natural que ocurre gradualmente cuando las olas, las mareas y las corrientes se estrellan contra la costa, mordiendo pequeños trozos y piezas con cada latigazo.
Por ejemplo, los investigadores identificaron una extensa erosión a lo largo de la costa en un sitio cerca del puerto de Apolonia, que sirvió como un importante centro de ciencia y filosofía en el mundo antiguo. Este proceso se ha acelerado en los últimos años, probablemente debido a actividades humanas como la extracción de arena y la deforestación.
Uno de los hitos más importantes en riesgo es la antigua ciudad de Cirene, fundada por los griegos en el siglo 7 aC. La ciudad era un centro de comercio y cultura en el mundo antiguo, y sus ruinas son ahora Patrimonio de la Humanidad definido por la UNESCO. Sin embargo, la ciudad está encaramada en la cima de una colina con vistas al mar Mediterráneo, y la erosión costera amenaza sus cimientos.
La antigua ciudad romana de Leptis Magna es otro Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en riesgo de ser devorada por las olas.
Los autores del estudio subrayan la necesidad de una acción inmediata dirigida a proteger estos tesoros históricos, así como a crear conciencia sobre los factores que exacerban la erosión costera.
Según los datos, es necesario continuar investigando otros sitios históricos a lo largo de la costa del país y el mar Mediterráneo para tratar de evaluar el nivel de riesgo que enfrentan estos sitios y aumentar la conciencia de los efectos adversos de las actividades humanas en ellos.
"El impacto de la erosión costera en Libia es significativo y puede empeorar en el futuro. Nuestra investigación enfatiza la necesidad crítica de reducir el daño causado a estos sitios patrimoniales que están en peligro de desaparecer, ya que no hay sustituto para ellos si se pierden por completo", dijeron los investigadores.
La construcción de diques y otras estructuras de soporte para reforzar los sitios históricos fue uno de los varios cursos de acción que flotaron para protegerlos de la erosión costera, así como reubicarlos en lugares más altos o más lejos de la costa.
Sin embargo, estos esfuerzos son costosos y requieren mucho tiempo y plantean el riesgo de que algunos puntos de referencia se dañen en el proceso. "Es importante que tomemos medidas rápidas para proteger estos importantes tesoros culturales para las generaciones futuras", agregaron los investigadores.