El miércoles se produjeron importantes manifestaciones e interrupciones en el tráfico, la educación y los negocios cuando los opositores a una polémica reforma judicial intensificaron su lucha contra el gobierno.
En las primeras horas de la mañana, los manifestantes bloquearon la carretera principal entre Tel Aviv y Jerusalem, deteniendo el tráfico de la hora pico durante aproximadamente una hora. En las concurridas estaciones de tren de Tel Aviv, los manifestantes impidieron la salida de los trenes bloqueando sus puertas.
La policía dijo que al menos 16 manifestantes fueron arrestados por perturbar la paz, incluida una mujer de 70 años.
Los manifestantes declararon que durante todo el día continuarán las marchas y protestas en todo Israel, que finalizarán con una gran manifestación en Tel Aviv y frente a la residencia del primer ministro Benjamin Netanyahu en Jerusalem.
En respuesta, el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, instruyó a la policía para evitar los bloqueos de carreteras por parte de los manifestantes, a quienes calificó de "anarquistas". "No permitiremos que un levantamiento civil y anarquistas bloqueen las principales carreteras", dijo Ben-Gvir.
Las intersecciones del norte y el sur también fueron bloqueadas para el tráfico cuando los manifestantes se sentaron con carteles y pidieron que se detuviera el proceso de legislación en curso.
Los organizadores revelaron ayer que varias otras protestas fueron planeadas en secreto en un intento de crear disturbios en todo el país de varias maneras. Agregaron que a lo largo del día, los manifestantes también se manifestarán frente a las casas de los diputados y ministros.
Los trabajadores de la industria de alta tecnología de Israel, los padres y los jóvenes estudiantes, las facultades académicas y otras instituciones participaron en la interrupción deliberada de la vida normal mientras los legisladores siguen adelante.
Según los organizadores de la protesta, "estamos intensificando las protestas mientras se votan en el comité nuevas cláusulas sobre el ataque del gobierno a la democracia de Israel. Israel no será una dictadura, los millones que salieron a las calles en las últimas ocho semanas ya lo hemos dejado claro, y ahora es el momento de actuar. Nuestra determinación de salvar a Israel y sus valores democráticos solo irá en aumento”.
Junto a las protestas, el miércoles se adelantaron proyectos de ley adicionales como parte de la reforma judicial.
El Comité de Constitución, Leyes y Justicia aprobó la ley de anulación y la ley del poder judicial, que permite la revisión judicial de otras leyes. De acuerdo con la ley judicial, el tribunal podrá invalidar las leyes solo con el acuerdo de 13 de los 15 jueces del panel.
La ley de anulación hará que la Knesset pueda "inmunizar" una ley por adelantado de la revisión judicial, incluso si contradice las leyes básicas, siempre que sea aprobada por una mayoría de 61 parlamentarios.
Además, la Knesset podría anular un fallo de la Corte Suprema que invalide una ley y volver a promulgarla sin que la corte pudiera revocarla por segunda vez.
También se espera que se voten otros proyectos de ley, incluida la ley de pena capital propuesta por Ben-Gvir contra terroristas convictos, que fue aprobada por el Comité Ministerial de Legislación y se votará en una lectura preliminar.
La fiscal general Gali Baharav-Miara se opuso al proyecto de ley, alegando que contenía serios problemas constitucionales.
Después del ataque terrorista en Huwara en el que los hermanos israelíes, Hillel y Yagel Yaniv, fueron asesinados a principios de esta semana, Netanyahu dijo que: "Estamos actuando contra el terrorismo utilizando todos los medios: represión, castigo y ahora también legislación con una ley para deportar a las familias de los terroristas de Israel y una ley de pena de muerte para los terroristas, cosas que no han estado presentes antes".
