Hace dos años el Ministerio de Agricultura informó de que había más de un millón de gatos callejeros en Israel. Varias organizaciones sin fines de lucro que trabajan para ayudar a los animales, sin embargo, dicen que esas cifras representan una gota en un cubo y no se acercan a los números reales.
Ronen Solomon, director del "Proyecto Solomon", que ayuda a los felinos callejeros en zonas del país donde los animales corren más peligro, calcula que el número de gatos callejeros en Israel "asciende a siete millones". Esa cifra, de ser cierta, sería incomprensible para un país que forma parte del mundo desarrollado.
Según el informe 2021 de la División de Bienestar Animal del Ministerio de Agricultura, alrededor del 75-90% de todos los gatos callejeros no sobreviven a su primer año, mientras que la esperanza de vida de un gato callejero adulto es inferior a cinco años. Por otro lado, los gatos domésticos viven una media de 10-15 años. Alrededor de un tercio de los gatos callejeros de Israel mueren por heridas causadas por vehículos, ataques de perros y enfermedades.
Solomon afirma que la cuestión de los gatos callejeros es competencia del Ministerio de Agricultura, que incluye la esterilización y fumigación de los animales para impedir que se reproduzcan y aumenten de población. Pero, dice, el ministerio olvido hace tiempo su papel en la resolución del problema.
Según él, la situación es aún peor en zonas donde no existe conciencia del problema, como las ciudades y pueblos árabes y ultraortodoxos, así como partes del sur de Israel. "Trabajamos donde el Ministerio de Agricultura no hace nada, donde la carga de tratar, fumigar y esterilizar a los gatos callejeros recae en los voluntarios que alimentan a los animales", manifestó Ronen.
"Trabajamos con defensores de los animales en ciudades y pueblos árabes. Estamos casi todos los días, educando a la población local sobre los gatos, que es un animal increíble al que hay que alimentar, no torturar. Para ellos, un gato es un sucio animal callejero. Debe haber un cambio en la política del gobierno", denunció.
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Un gato al que se le amputó una extremidad tras una lesión gracias al Proyecto Salomón.
(Proyecto Salomón.)
El Proyecto Salomón se creó en 2019 -y se financia íntegramente con donaciones del público-, pero Ronen asegura que lleva más de 15 años trabajando con animales. Añade, sin embargo, que a lo largo de los años no cambio mucho el panorama. "En las zonas ortodoxas o árabes falta conciencia. ¿Pero cuál es la excusa de ciudades como Beer Sheva, Hadera, Netanya? La situación allí no es mucho mejor. No pensábamos operar en esos lugres al establecernos, pero en eso estamos. En Beer Sheva ya tratamos a más de 300 gatos callejeros, y las llamadas de ayuda no cesan", agregó.
"No tenemos director general ni empleados, cada shekel que recibimos en donaciones va directamente a los gatos. Los gatos que nacen en un mundo de hambre, enfermedades y gente mala que los maltrata, los envenena, envía a sus perros a atacarlos, planteó.
Solomon aseguró que, sabiendo lo grandes que son las penurias de los gatos de la calle, simplemente no puede "sentarse a tomar café" y no hacer algo para ayudar. Por último, recordó que la ONG necesita fondos urgentemente en estos momentos. "Por desgracia, no podemos seguir funcionando sin donaciones". Para donar al Proyecto Solomon, hace click acá.
