Luis Har, de 70 años, que fue liberado del cautiverio en Gaza en una heroica operación de las FDI hace casi seis semanas, hablo de las condiciones y el miedo que experimentó durante 129 días secuestrado por Hamás.
En una extensa entrevista con el diario británico Daily Mail, el argentino-israelí habló de lo ocurrido el 7 de octubre y de los terroristas que lo retuvieron a él y a Fernando Marman, de 60 años, en Rafah.
"Fue como de película. Nos trataron como si fuéramos perros y no humanos, nos pisotearon. Auténticos bárbaros", afirmó.
Justo antes del rescate, Har se derrumbó y no quería que Fernando lo viera llorar. Ya había empezado a perder la esperanza, y entonces escuchó una gran explosión en el apartamento donde estaba cautivo. En medio del caos, dijo, sintió un brazo agarrar su pierna y, por primera vez en más de cuatro meses, escuchó a un hombre que no conocía dirigirse a él en hebreo.
"Luis, estas son las FDI, hemos venido a llevarte a casa", recordó.
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Fernando Marman y Louis Har, rescatados por las FDI en una audaz operación nocturna.
(Ynet)
"De repente se liberó toda la presión", dijo Har. "Si ese soldado me hubiera dicho que saltara, lo habría hecho. Estábamos completamente en sus manos. Realmente completamente. Había una sensación de total seguridad", agregó.
"Hubo disparos desde todas direcciones, como en una película", sostuvo Har. "Nunca había visto algo así antes, pero sabía que estaba en las mejores manos con las FDI que se arriesgaron para salvarnos", sumó.
Durante los largos días en cautiverio, Har soñaba con abrazar a sus nietos.
"Sentí su abrazo, el calor de sus cuerpos", dijo. "Los sentí todo el tiempo. Muchas veces era como si estuviera hablando con ellos, un sentimiento de cercanía", agregó.
Según él, los sueños eran tan reales que a veces se despertaba llorando.
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Secuelas de los ataques israelíes a Gaza durante la operación de rescate de rehenes.
(Getty)
Har, quien fue secuestrado junto con cuatro miembros de su familia, contó los momentos del secuestro. Los metieron en una camioneta blanca y los llevaron a Gaza. Luego los condujeron a un túnel dentro de un pequeño edificio.
"La única luz era la del teléfono. No había aire. Parecía que nunca saldríamos de allí", comentó al diario británico.
En un momento, dijo, otro grupo de terroristas comenzó a perseguirlos y gritó: "¡Judíos! ¡Judíos!". Har, nacido en Argentina, gritó: "¡Argentinos, argentinos! ¡Messi, Messi!".
Después de dos días en un edificio, Har junto a los miembros de una familia fueron trasladados a un segundo apartamento, donde permanecieron durante 50 días en una habitación sin ventanas. Se les ocurrió apodos en español para cada uno de los terroristas que los custodiaban y se aseguraron de hablar casi todo en hebreo, para que los terroristas no pudieran entenderlos.
Según Har, uno de los terroristas estaba interesado en Mia (otra secuestrada), se rió de ella y dijo que estaba "soltero y quería casarse con ella". Cuando Har le dijo que se detuviera, el terrorista se burló: "Vaya, aquí hay un lobo". Más tarde regresó con un cuchillo grande y jugó con él para "asustarnos".
Har dijo que la familia dormía en colchones sucios que eran "más finos que el papel" y comía trozos de pan de pita.
"Hubo una guerra psicológica constante", planteó Har.
"Los terroristas nos dijeron que no era aconsejable salir a la calle, que nos matarían a golpes. Realmente se aseguraron de informarnos sobre cada fracaso de las FDI o cada vez que mataban a soldados. Nos dijeron que no teníamos a dónde regresar", contó. Además, según Har, les decían que "Netanyahu no quería ningún acuerdo".
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Vehículo del CICR cerca del paso fronterizo de Rafah.
(Foto: Reuters, Ibraheem Abu Mustafa)
Concluyó la entrevista pidiendo la liberación del resto de rehenes que permanecen en cautiverio.
"Es tan terrible, tan difícil para ellos vivir así. Necesitamos recuperar a toda la gente, a todos", cerró.
