Eva Umlauf, una de las prisioneras más jóvenes liberadas de Auschwitz.
Eva Umlauf, una de las prisioneras más jóvenes liberadas de Auschwitz.
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Eva Umlauf, una de las prisioneras más jóvenes liberadas de Auschwitz.

"Auschwitz está profundamente marcado dentro de mi cuerpo y de mi alma"

Eva Umlauf, de 77 años, no tiene recuerdos conscientes de su infancia en el campo de exterminio nazi, pero aun así sufrió varias enfermedades graves y perdió a la mayor parte de su familia durante la Shoá.

Ynet - Adaptado por Alejo Sanzo |
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Con sólo 2 años y tan enferma que tuvo que quedarse durante semanas después de la liberación, Eva Umlauf fue una de las prisioneras más jóvenes en ser liberada de Auschwitz.
Aunque no tiene recuerdos conscientes que se remonten tan atrás, el campo de exterminio nazi la marcó para siempre.
"Auschwitz está profundamente marcado dentro de mi cuerpo y de mi alma", explicó Umlauf un día de enero, casi 75 años después de que el sitio fuera liberado por el Ejército Rojo soviético.
"Había un vacío enorme después de Auschwitz porque muchos de los miembros de nuestra familia se habían ido", expresó. "Solo permanecimos con vida mi madre, mi hermana y yo", agregó Umlauf con voz tranquila y mesurada, sentada en su elegante apartamento en las afueras de Munich.
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Eva Umlauf, una de las prisioneras más jóvenes liberadas de Auschwitz.
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Eva Umlauf, una de las prisioneras más jóvenes liberadas de Auschwitz.
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Es un milagro que ella haya sobrevivido al campo de exterminio en la Polonia ocupada por los alemanes. Más de 1 millón de personas, en su mayoría judías, fueron asesinadas allí por los nazis y sus secuaces.
Cuando familias de toda Europa llegaron a Auschwitz en estrechos trenes de ganado sin ventanas, los nazis seleccionaron a aquellos a quienes aún podían usar como trabajadores forzados. Los otros, ancianos, muchas mujeres y especialmente niños y bebés, fueron asesinados por el gas poco después de su llegada.
Pero los gases se detuvieron dos o tres días antes de que la pequeña Eva, su padre y su madre embarazada llegaran en noviembre de 1944 del campo de trabajos forzados Novaky, en Eslovaquia. Alemania estaba perdiendo la Segunda Guerra Mundial y el Ejército Rojo se acercaba cada vez más al campo.
"Nuestro transporte fue el primero que no fue directo al gas", afirmó Umlauf.
El número azul tatuado en su brazo izquierdo inferior permanece visible hoy: A-26959.
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Eva Umlauf, una de las prisioneras más jóvenes liberadas de Auschwitz.
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Eva aun tiene el número visible en su brazo
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Cuando Auschwitz fue liberado, el 27 de enero de 1945, Umlauf estaba muy enferma. Un compañero de prisión y pediatra que la cuidó en la sala del hospital le comunicó a su madre, Agnes Hecht: "Olvida a tu hija, ella no sobrevivirá".
Pero Hecht, que había perdido a toda su familia en el Holocausto, no estaba dispuesta a renunciar a su hija. Se quedó en Auschwitz durante varias semanas luego de la liberación porque Eva estaba demasiado débil como para caminar. También dio a luz a la hermana menor de Eva, Leonore, y finalmente, un día de verano de 1945, llevó a las dos niñas a su casa en Trencin, al oeste de Eslovaquia.
"Vivimos una vida aparentemente normal", señaló Umlauf mientras miraba viejas fotos familiares en blanco y negro que son los únicos recuerdos tangibles de los que ya no están.
"Mi madre apenas habló sobre el Holocausto y yo nunca hice preguntas", contó Eva. Sin embargo, la pérdida fue inconfundible. Cuando otros niños iban a visitar a sus abuelos durante las vacaciones de verano, ella y su hermana se quedaban en casa con su madre.
A pesar de crecer en la pobreza y a menudo enfermarse, Umlauf obtuvo buenos resultados en la escuela y pudo estudiar medicina en la universidad de Bratislava. En 1967 se mudó a Alemania para reunirse con su esposo, un sobreviviente del Holocausto polaco que se había establecido en Munich.
En ese momento, los recuerdos de Auschwitz estaban principalmente apagados por la rutina diaria: construir una casa, criar a sus hijos y trabajar en el hospital. Pero de vez en cuando el horror se abriría paso a la superficie.
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Eva Umlauf, una de las prisioneras más jóvenes liberadas de Auschwitz.
Eva Umlauf, una de las prisioneras más jóvenes liberadas de Auschwitz.
Las fotos son los únicos recuerdos tangibles de su familia
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Cuando Umlauf estaba embarazada de su tercer hijo, tuvo pesadillas de bebés arrojados vivos al fuego y cámaras de gas llenas de bebés muertos. Aun así, sólo después de que sus tres hijos crecieran y ella se retirara es que ella finalmente dirigir toda su atención al pasado silenciado.
Eva viajó a los archivos de toda Europa e Israel para vislumbrar el destino de los miembros de la familia que nunca pudo conocer. Al final, ella escribió su autobiografía, que incluye historias sobre familiares que perecieron en la Shoá. El libro fue publicado en 2016 en Alemania bajo el título, "El número en la parte inferior de tu brazo es tan azul como tus ojos", una línea de un poema que un sobreviviente y amigo escribió sobre ella.
"Hay muchos muertos con los que tengo que vivir" expresó. "El libro me hizo padecer una terrible enfermedad cuando estaba escribiendo".
Sin embargo, el proyecto también trajo un cierre a esa etapa de su vida. "El libro fue curativo, no sólo para mí sino para toda mi familia", aseguró.
Mientras los sobrevivientes del Holocausto de todo el mundo se preparan para viajar de regreso a Auschwitz para las conmemoraciones de la liberación del campo de concentración, Umlauf ha decidido regresar para una última visita, junto con sus tres hijos adultos.
"Puedes sentir el vacío allí", expresó. "Sientes la muerte. Sientes la tierra quemada. Sientes que algo atroz ha sucedido en ese lugar".
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