La Liga Árabe anunció el sábado su rechazo al plan para resolver el conflicto israelopalestino anunciado esta semana por el presidente estadounidense Donald Trump, por considerarlo "injusto" para los palestinos.
Algunos países árabes habían reaccionado de manera prudente e incluso positiva al contenido del plan, pero la Liga Árabe repudió oficialmente la oferta de la Casa Blanca.
La organización, que reunió el sábado a los ministros de Relaciones Exteriores en El Cairo, indicó en un comunicado que "rechaza el 'acuerdo del siglo' estadounidense-israelí dado que no respeta los derechos fundamentales ni las aspiraciones del pueblo palestino".
Asimismo, anunció que los dirigentes árabes han prometido que "no cooperarán con la administración estadounidense para implementar este plan".
Los países integrantes de la Liga insisten en que la única solución es la de dos Estados, basada en las fronteras de 1967, y en la que los palestinos tendrían como capital Jerusalem Este.
El plan estadounidense propone que Jerusalem sea la capital indivisible de Israel y además contempla la anexión del Valle del Jordán.
"Estudiamos minuciosamente la perspectiva estadounidenses y estamos abiertos a todos los esfuerzos serios en favor de la paz", manifestó el miércoles el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abul Gheit.
Sin embargo, en un comunicado, consideró que "una lectura preliminar del plan muestra una importante violación de los derechos legítimos de los palestinos".
Para el egipcio Ahmed Abul Gheit, el plan estadounidense equivale a crear "un Estado con dos categorías de gente, lo que significa un sistema de apartheid, ya que convierte a los palestinos en ciudadanos de segunda clase".
2 צפייה בגלריה
El presidente de la Autoridad Palestina en la reunión de la Liga Árabe en El Cairo
(AFP)
"Es nuestro derecho aceptar o rechazar el plan", sentenció.
Jordania y Egipto son los dos únicos países árabes que tienen tratados de paz con Israel.
En una declaración, Egipto instó a israelíes y palestinos a “estudiar cuidadosamente” el plan de la Casa Blanca. Y aclaró que favorece una solución que restablezca todos los “derechos legítimos” del pueblo palestino mediante el establecimiento de un “estado independiente y soberano en los territorios palestinos”.
La declaración egipcia no mencionó la añeja demanda árabe del este de Jerusalem como capital del futuro estado palestino, como ocurre generalmente cuando El Cairo menciona en sus declaraciones al conflicto palestino-israelí.
Mientras tanto, Jordania advirtió contra cualquier “anexión israelí de tierras palestinas” y reafirmó su compromiso con la creación de un estado palestino en las fronteras de 1967, que incluiría todo Judea y Samaria y Jerusalem Oriental.
