El presidente palestino, Mahmoud Abbas, amenazó el sábado con cortar los lazos de seguridad con Israel y Estados Unidos, durante un largo discurso pronunciado en una reunión de la Liga Árabe en la capital de Egipto, en respuesta al plan de paz elaborado por Donald Trump.
El acuerdo estadounidense otorgaría a los palestinos una autonomía limitada en partes de Judea y Samaria, al tiempo que permitiría a Israel anexar todos sus asentamientos allí y mantener casi todo el este de Jerusalem.
Abbas aseguró que le comunicó a Israel y a Estados Unidos que “no habrá relaciones con ellos, incluidos los lazos de seguridad”.
El líder palestino sostuvo que se había negado a atender las llamadas telefónicas y los mensajes del presidente estadounidense Donald Trump “porque sé que usaría eso para decir que nos consultó”.
“Nunca aceptaré esta solución”, aseguró Abbas. “No haré constar en mis antecedentes que he vendido Jerusalem”.
Los palestinos "tienen el derecho de mantener su lucha legítima por medios pacíficos para poner fin a la ocupación", manifestó antes de denunciar que el plan presentado "viola los acuerdos de Oslo" firmados con Israel en 1993.
Estos acuerdos, de los que Abbas fue negociador clave, permitieron crear la Autoridad Palestina y definir las relaciones con Israel en campos desde la gestión del agua hasta la seguridad y los lazos económicos.
Si las amenazas del presidente palestino son trasladadas a la realidad, esto tendrá consecuencias principalmente en la seguridad de Judea y Samaria, donde unos 400.000 israelíes viven, a menudo conflictivamente, con más de 2,5 millones de palestinos.
La cooperación de los servicios de seguridad palestinos e israelíes ha permitido desactivar decenas de atentados antiisraelíes en el mencionado sitio.
El presidente de la AP manifestó que los palestinos no aceptarían a Estados Unidos como único mediador en cualquier negociación con Israel y aseguró que irán al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y otras organizaciones mundiales y regionales para “explicar nuestra posición”.
El embajador palestino ante la ONU, Riyad Mansur, comunicó que no podía dar una fecha precisa de la visita de Abbas, sin embargo, aclaró que antes participará en el encuentro de la Organización para la Cooperación Islámica y de una cumbre de la Unión Africana prevista a principios de febrero.
Además agregó que es posible que Abbas se reúna con la Unión Europea antes de ir a la ONU.
El diplomático afirmó que la paz entre Israel y la creación de un Estado palestino independiente sólo podía lograrse a través del derecho internacional y el reconocimiento de Jerusalem como capital de los palestinos.
También aseguró que cualquier cambio a las líneas fronterizas trazadas en 1967 debería contar con el apoyo de ambas partes y que se tenía que incluir una solución para la cuestión de los refugiados en cualquier tratado.
"No es un plan de paz, es un plan que aleja la paz", declaró Mansur. "Es un plan para destruir la aspiración nacional del pueblo palestino a realizar sus derechos inalienables a la autodeterminación, a la obtención de un Estado y a resolver los derechos de los refugiados", sentenció.
En julio de 2017, Abbas había anunciado la suspensión de la coordinación en seguridad con Israel, para luego restablecerla oficialmente un año más tarde.
Sin embargo, durante ese año se mantuvo la colaboración en el 95% de las actividades, según la policía palestina.
Aunque Abbas congeló las relaciones entre Ramallah y Washington en diciembre de 2017 (tras el reconocimiento estadounidense de Jerusalem como capital de Israel) la Autoridad Palestina mantuvo sus contactos con la Agencia de Inteligencia estadounidense (CIA).
