Charly Garcia Kotel
Charly García, en el Kotel
Embajada de Israel en Argentina
Postal y recuerdo de Charly Garcia en el anfiteatro de Cesárea

Charly García: el cumpleaños de un Embajador de la Paz

En 2010 el reconocido interprete argentino brilló en Israel. Dos recitales y la historia de un viaje diferente y significativo.

Ynet Español - Tom Wichter |
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Después de meses alejado del escenario por cuestiones de salud, el cantante argentino Charly García, quien hoy cumple 68 años, le ganó una batalla a las drogas y a fines de 2009 volvió a brindar recitales. En 2010 le tocó Israel, el destino más alejado al que viajó durante su carrera, ante miles de argentinos que se emocionaron junto a él. "Nos contaron también cómo iba a ser el lugar para tocar y me pareció irresistible", admitió en esos días Charly a la revista Rolling Stone, en referencia al anfiteatro de la ciudad de Cesárea, construido hace dos mil años por el rey Herodes I y que sigue siendo garantía de una acústica inigualable.
(Fragmento del himno argentino cantado por Charly García en Israel)

Más de tres mil espectadores, la mayoría de ellos de origen argentino, recuperó una parte de su pasado con las letras y melodías del legendario cantante. Otro puñado, de aproximadamente 300, lo pudo disfrutar en la intimidad de un bar de Tel Aviv que también lo agasajó. Pero el paso de García por Israel no se trató solo de música: durante el espectáculo en Cesárea el Centro Peres de la Paz lo condecoró con el título de Embajador de la Paz y la Música. "Yo soy contestatario y cuestiono a la sociedad, pero creo que el fin del nudo es la paz y la tolerancia", reflexionó en aquellos tiempos sobre el reconocimiento que recibió.
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Charly Garcia Cesarea
Charly Garcia Cesarea
Postal y recuerdo de Charly Garcia en el anfiteatro de Cesárea
(Galim Producciones)
Durante su estadía en el país Charly García no perdió la oportunidad de conocer la Ciudad Vieja de Jerusalem. Tras recorrer la Vía Dolorosa y la Iglesia del Santo Sepulcro, símbolos del cristianismo, el paseo finalizó en el Muro de los Lamentos y con un sello distintivo: una kipá con el logo del "Say no more", el nombre de un disco de su obra, pero también una frase que identifica al cantante y representativa de la fidelidad de sus seguidores. "Lo acompañamos al Muro de los Lamentos, y en un momento lo dejamos solo, como si nos lo hubiera pedido sin hablar. Se quedó como rezando, meditando, muy emocionado", le contó Szereszevsky a Clarín en 2010. "Pensá que para él todo esto es muy fuerte, en especial después de todo lo que le había pasado: volver al escenario, y que lo quieran. Lo que pasó en el show en Cesárea fue muy especial", agregó el mánager.
First published: 14:21, 23.10.19
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