Gabriela Coser, asesora de la Confederación de Agricultura y Ganadería de Brasil (CNA), le expresó a empresarios israelíes que las empresas agrotecnológicas que pretendan realizar negocios en uno de los países más grandes del mundo deben comprender las diferentes necesidades de cada región.
En el contexto del seminario web titulado “Brasil: tierra de oportunidades para las nuevas empresas de Agritech”, Coser conversó con representantes de la firma de abogados Pearl Cohen de Israel y sectores empresarios brasileros que organizaron el evento.“Para entender claramente cómo funciona el negocio en Brasil es importante destacar que cada región, y tal vez cada estado o municipio, tienen diferentes maneras de producir”, destacó Coser sobre las diferencias culturales del sexto país con mayor superficie del planeta y pieza clave de la economía latinoamericana.
La CNA representa a más de dos millones de agricultores de diferentes áreas de la agricultura y ganadería, distribuidos en los 27 estados de Brasil, y nuclea a más de 2.140 asociaciones agrícolas. También se manifiesta abiertamente a favor de nuevas tecnologías que ayuden a la siembra, gestión e industrias agrotecnológicas responsables, lo que implica una de las industrias más prometedoras para el sector tecnológico israelí.
“Brasil es una plaza económica muy grande y el potencial para la industria es extremadamente importante, pero es difícil penetrar debido a dificultades legales y diferencias de mentalidades”, refirió al respecto Meny Briod, socio del grupo Pearl Cohen para España y América Latina, y resaltó que de todas formas sus deseos es llegar a esta región del planeta: “En momento de contracción de las economías tradicionales, es importante que las empresas israelíes dediquen más esfuerzos a penetrar en estos mercados, de Brasil y América Latina en general”.
Ilana Soloducho, también socia del grupo israelí, acordó con Coser y destacó que “el conocimiento y la comprensión de la cultura empresarial brasileña no solo será útil a la hora de negociar, sino esencial para permitir colaboraciones reales y exitosas entre las dos partes”.
“Se debe comprender que cada sector tiene sus propios problemas, demandas y formas de producir. Además, en los últimos años disminuyeron los precios internacionales de productos básicos, por lo que se debe invertir para aumentar la productividad y el rendimiento de los agricultores”, completó Coser.