Argentina, que ha impuesto una de las prohibiciones de viaje más duras del mundo para impedir la entrada del coronavirus a su territorio, planea ayudar a alquilar un vuelo privado que transporte a rabinos de Israel a que certifiquen la carne en las plantas empacadoras del país para los mercados kosher de todo el mundo.
El viaje es clave para que la Argentina pueda mantener las exportaciones de carne de res a un comprador fundamental como lo es Israel, que se ha vuelto cada vez más importante con las exportaciones fuertemente estancadas a la Unión Europea y China.
El bloqueo global destinado a frenar la propagación del nuevo coronavirus ha enredado los planes de este año con las fronteras cerradas y los viajes aéreos paralizados en todo el mundo.
"La única alternativa ha sido tratar de organizar una carta en combinación con clientes israelíes y supervisados, autorizados y coordinados por los gobiernos", explicó Mario Ravettino, jefe del consorcio argentino de exportación de carne ABC.
Argentina es el quinto exportador mundial de carne de res e Israel es el tercer comprador de sus famosos recortes, recaudando más de u$d 100 millones cada año, informó Ravettino.
Los rabinos, que viajan hasta 15 a la vez, normalmente hacen el viaje dos veces al año y permanecen durante unos meses. Se aseguran de que el ganado sea sacrificado y la carne procesada de acuerdo con la ley judía.
Lisandro Sabanés, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina, confirmó que el gobierno estaba ayudando a hacer los arreglos para los rabinos. Sin embargo, no dijo cuándo llegarían.
Argentina ha prohibido los vuelos comerciales hasta septiembre, permitiendo que sólo ciudadanos y residentes entren en vuelos especiales y ha impuesto una estricta cuarentena nacional.
