La Embajada de Israel en Argentina realizó un acto en conmemoración del 29° aniversario del atentado contra su misión diplomática en Buenos Aires. La ceremonia se realizó de manera virtual y contó con la participación especial de Galit Ronen, embajadora israelí en el país; Felipe Sola, canciller argentino; y Alberto Romano, sobreviviente del ataque.
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Galit Ronen y una sobreviviente del atentado rinden homenaje a los fallecidos en el lugar de la explosión.
(Captura)
Durante el acto se leyeron los nombres de las 29 víctimas que dejó la explosión. Ante la ausencia de público, diferentes personalidades enunciaron el término “presente” luego de la evocación de cada uno de los fallecidos en un video producido para la ocasión. El presidente Alberto Fernández y su par israelí Reuven Rivlin, entre otras celebridades, participaron de la ceremonia.
En representación del Estado de Israel, la embajadora Ronen remarcó el deber colectivo de recordar a las víctimas y de pedir justicia, así como de impedir que un atentado como el sucedido contra la embajada de Israel en 1992 vuelva a acontecer.
“Un atentado terrorista no llega desde el cielo, hay gente que lo inicia, gente que lo planea, gente que lo financia y al final hay gente que lo lleva a cabo”, afirmó desde Buenos Aires. Y añadió: “Este atentado tiene un nombre y un apellido. El nombre es Hezbollah y el apellido es Irán”.
El canciller argentino Felipe Sola, en nombre del Estado argentino, expresó el compromiso del gobierno en el esclarecimiento de la causa y en la búsqueda de castigo a los culpables. A su vez, resaltó que tanto el atentado a la embajada de Israel como a la AMIA “son dos de las deudas y los dolores más fuertes que tiene Argentina”.
“Debemos tomar consciencia definitiva de que el terrorismo internacional es un flagelo que debemos combatir con nuestros mayores esfuerzos, con cooperación y con coordinación", acotó.
Para finalizar, en nombre de los sobrevivientes y familiares de las víctimas del atentado habló Alberto Romano, sobreviviente del atentado, quien enfatizó que pese al paso del tiempo y a los 29 años transcurridos aún no se hizo justicia. Remarcó la necesidad de encontrar la verdad, juzgar y encarcelar a los culpables. "Nos pegaron a todos. Y lo que es peor, sin justicia nos seguimos pegando a nosotros mismos”, concluyó.
Posteriormente la embajadora Galit Ronen y Lea Kovensky, otra sobreviviente del atentado, colocaron una ofrenda floral en la plaza de Arroyo y Suipacha, donde se ubicaba la sede diplomática antes del atentado que destruyó su edificio.
