Gimnasia de La Plata, en este momento el peor equipo de la Superliga Argentina, en las últimas horas acrecentó significativamente su cantidad de socios y abonados. ¿Cómo se explica? La respuesta tiene nombre y apellido: Diego Armando Maradona, recientemente contratado como entrenador y cuya vida nunca pasa desapercibida.
Tampoco pasaron desapercibidas sus visitas a Israel a lo largo de su carrera. En total fueron tres, entre 1986 y 1994, y todas ellas con la selección de Argentina en semanas previas a la disputa de la Copa del Mundo.
La primera vez fue el 4 de mayo de 1986 en el estadio nacional de Ramat Gan, recientemente clausurado y en plan de demolición. El equipo sudamericano ganó 7-2, con dos goles de Maradona incluidos, y un mes después levantaría la Copa en México.
A partir de allí los amistosos en Israel se transformaron en un amuleto para la selección albiceleste, que volvió a jugar allí el 22 de mayo de 1990, nuevamente con triunfo sudamericano: 2-1, nuevamente con un festejo de Maradona.
En el Mundial de ese año Argentina perdió la final ante Alemania, pero la costumbre se mantuvo: la tercera y última vez de Maradona adentro de una cancha en Israel fue el 31 de mayo de 1994, en la previa al campeonato del mundo que se desarrolló en Estados Unidos. Esta vez el resultado fue 3-0 para los argentinos, aunque sin que el astro se anotara en el marcador.
