El 8 de junio de 2017 la Policía Federal Argentina (PFA) allanó el domicilio del anticuario Carlos Olivares con una sospecha fundada: detrás de una biblioteca, luego de atravesar una puerta oculta, se descubrieron 81 piezas antiguas con simbología nazi. Y en la tarde del miércoles, en un acto celebrado en Buenos Aires, la justicia entregó la custodia de esos elementos al Museo del Holocausto de la ciudad.
El material incluye instrumentos de medición raciales, bustos de Adolf Hitler, llaves, lupas, alcancías, elementos de propaganda como estandartes con banderas nazis, estatuillas y trofeos, cuchillos, reconocimientos militares del régimen nacionalsocialista, juegos infantiles utilizados para adoctrinamiento, medallas, fotografías y grabados con simbología nazi.
"No solamente había objetos nazis, sino también de origen chino y hasta animales momificados", describió Néstor Roncaglia, jefe de la PFA, sobre el procedimiento que ese mismo año derivó en la detención de cuatro personas que intentaban ingresar al país con nuevos elementos destinados al comercio ilegal.
La causa está a cargo de la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, también presente en el acto, quien expresó que el Museo del Holocausto de Buenos Aires recibió los elementos en calidad de depositario judicial hasta que la investigación finalice. "Es en el lugar que deben estar, colaborando en la transmisión de la memoria", destacó.
Patricia Bullrich, Ministra de Seguridad de la Nación, indicó que "estos elementos retrotraen a los peores momentos de la humanidad". Tras recorrer la exhibición de los objetos, una de las funcionarias más representativas del gobierno nacional reflexionó: "Esto nos interpela como seres humanos por la existencia de organizaciones estatales que hayan movilizado a millones de personas para impulsar un genocidio, asesinarpor el hecho de ser judíos, y haber querido dominar el mundo bajo estos preceptos y esta ideología tan brutal".
Marcelo Mindlin, director del museo, agradeció a todas las autoridades que desarmaron esta cadena de contrabando. "Estos objetos dejan de ser parte de un mercado clandestino de culto nazi para estar al servicio de la educación y la memoria", expresó y luego puntualizó sobre uno de los elementos que forman parte de lo incautado: "En lo personal, lo que más horror me genera es la herramienta de medición de cráneos que fue utilizada para justificar, mediante investigaciones pseudocientíficas, políticas racistas y finalmente la fábrica de la muerte".
A su vez, Mindlin anunció que una selección de estas piezas formarán parte de una muestra permanente que se estrenará en conjunto con la profunda remodelación del edificio del Museo del Holocausto de Buenos Aires. En ese sentido, el director de la institución contó que después de dos años de trabajo la obra será inaugurada el próximo domingo 1 de diciembre. "Nuestro esfuerzo seguirá orientado a fortalecer la memoria de la Shoá con una exhibición moderna, actualizada, con más tecnología y preparada para las nuevas generaciones", completó.