En el marco del 30 de octubre, fecha que se festeja Halloween, se llevaron a cabo diferentes fiestas, a lo largo y a lo ancho de Argentina. En una de ellas, se generó un fuerte revuelo e indignación por los disfraces elegidos.
Blas Martín, hijo de Mauro Martín, jefe de la barra brava del equipo de fútbol Boca Juniors, y "Tere" Di Zeo, sobrina de Rafael Di Zeo, otro importante y peligroso barrabrava del club, asistieron a la discotecta Bayside en Capital Federal disfrazados de Adolf Hitler y su esposa, Eva Braun, respectivamente.
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La cuenta de Instagram en la que Blas Martín, el hijo de Mauro Martín, publicó estas fotos ya no existe más.
(Instagram)
Primero, el hijo del jefe de la barra brava de Boca Juniors grabó un video con un amigo y, bajo esa caracterización, se escucha: “Heil Hitler es para ustedes, judíos”. Antisemitismo en grado máximo y una ideología que se supone bien podría provenir desde las propias entrañas de la barra.
Todo ocurrió en la madrugada del último sábado en la discoteca de Puerto Madero a la que concurren habitualmente muchos jóvenes de la colectividad judía, por lo que la provocación estuvo planificada. Lo insólito es que las autoridades del lugar no sólo les permitieron ingresar sino, como buen hijo de barrabrava, Blas Martín tuvo sus privilegios: le permitieron sentarse en una de las mesas mejor ubicadas y recién cuando el repudio del resto de los asistentes se hizo generalizado al verlo bailar y desafiar a todos con el disfraz del Führer, los miembros del personal de seguridad lo retiraron del lugar.
Lo cierto es que ya ingresó en el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) la denuncia y se presentará otra en Tribunales por apología del delito, que tiene penas de hasta un año de prisión.
Este domingo, también, la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), repudió el accionar en su cuenta de Twitter e indicó: “Estas formas extremas de la difusión del odio no son exclusivas de mentes ignorantes. Es el resultado de determinado tipo de vínculos sociales y de la contaminante ansiedad por la superioridad”.
También expresó que “evaluará los pasos a seguir en el ámbito judicial, ya que podrían tipificarse como delito según la ley antidiscriminatoria” y que ofrecerá a los implicados “la posibilidad de una capacitación con el objetivo no sólo de informar sobre la temática, sino también para sensibilizarlos frente al efecto simbólico de lo sucedido”.
Los nombres detrás del escándalo
Blas Martín es el hijo mayor de Mauro Martín y cumplió 18 años poco tiempo atrás. Es el único descendiente del jefe de "La Doce" con su primera mujer. Después, tuvo dos más con su segunda esposa. En el mundo Boca dicen que en el último tiempo el primogénito comenzó a tener cada vez actitudes más intolerantes y proclives a la violencia, y los comentarios racistas son habituales en sus redes sociales.
Por otro lado, Tere Di Zeo es una de las hijas que Fernando Di Zeo tuvo con su mujer, Marta Tato. El menor de los hermanos d la familia lideró la barra junto a "Rafa" hasta su muerte, en enero de 2019. Y su sobrina es habitué en tribuna donde acude la barra. Si bien la relación entre "Tato" y "Rafa" está absolutamente rota por cuestiones de herencia, y la ex cuñada lo acusó en la Justicia en reiteradas oportunidades de amenazas de muerte, lesiones y daños; el vínculo entre las sobrinas y el icónico líder de "La Doce" sigue en pie. En sus redes sociales, Tere Di Zeo tuvo innumerables posteos festejando los actos de la barra, al igual que su amigo, Blas Martín.
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Mauro Martín y Rafael Di Zeo, los violentos barrabravas que manejan las tribunas de Boca.
(Archivo)
El comunicado completo de la DAIA ante lo sucedido
"Ante el episodio ocurrido en la madrugada del último sábado, en la que en ocasión de un baile de disfraces dos jóvenes ostentaron atuendos nazis y uno de ellos subió a las redes sociales un video con expresiones antisemitas, la DAIA considera que estas formas extremas de la difusión del odio no son exclusivas de mentes ignorantes. Es el resultado de determinado tipo de vínculos sociales y de la contaminante ansiedad por la superioridad. Todos sabemos el mensaje del atuendo nazi. Su sola presencia provoca la distorsión y el espanto. No nos quedemos sólo con la indignación, y examinemos más de cerca nuestra manera de mirar las conductas que desafían nuestra democracia. Frente a estos gravísimos hechos, la DAIA evaluará los pasos a seguir en el ámbito judicial, ya que podrían tipificarse como delito según la ley antidiscriminatoria. También ofrecerá para los jóvenes implicados la posibilidad de una capacitación con el objetivo no sólo de informar sobre la temática, sino también para sensibilizarlos frente al efecto simbólico de lo sucedido".
