Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, exigió al Estado de Israel que facilite la extradición de Tomás Zerón, un exfuncionario mexicano acusado de tortura y corrupción que recibe asilo político en Israel desde el año 2019. “Todavía no hubo respuestas y espero que el gobierno de Israel respete los derechos humanos, ya que esta extradición se pide, entre otras cosas, por hechos de tortura”, dijo el presidente mexicano en una conferencia de prensa.
Tomás Zerón fue director de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de México y está prófugo de la justicia de su país. Pesa sobre él una investigación por supuesta obstrucción a la justicia, malversación de fondos públicos e incluso secuestros y torturas.
La solicitud de extradición fue presentada el año pasado y lleva meses sin respuesta. Según reveló el New York Times la semana pasada, citando a una fuente israelí, el retraso en la respuesta se puede deber en parte a una "venganza israelí" por el apoyo de México a las investigaciones contra Israel en la ONU.
Como jefe de la Agencia de Investigación Criminal, Zerón es conocido, entre otras cosas, por el éxito del operativo que condujo en 2014 a la captura del narcotraficante Joaquín “el Chapo” Guzmán, entregado luego a las autoridades estadounidenses. La investigación que pesa sobre él, sin embargo, es sobre un hecho que tuvo lugar ese mismo año: el secuestro y desaparición forzada de 43 estudiantes de Ayotzinapa, en manos de la policía de la ciudad de Iguala.
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"Espero que el gobierno de Israel respete los derechos humanos", pidió el presidente mexicano López Obrador respecto al caso Zerón.
(La Octava)
El entonces presidente, Enrique Peña Nieto, prometió una guerra generalizada contra los cárteles de la droga y las organizaciones criminales que operan en su país. Como parte de una investigación liderada por Zerón se determinó que la policía de la ciudad de Iguala actuó junto con una organización criminal para quemar los cuerpos de los estudiantes asesinados y arrojar sus cenizas al mar. Sin embargo, investigadores internacionales cuestionaron el trabajo de Zerón y afirmaron que algunas de sus pruebas fueron obtenidas bajo tortura, y que la causa ignoró importantes líneas de investigación.
Zerón determinó que la corrupción se había ejercido solamente a nivel local, aunque fuentes internacionales sostienen que también participaron soldados y policías federales. El actual presidente López Obrador reabrió la causa en 2018 y actualmente Zerón es señalado como sospechoso de una serie de delitos cometidos durante la investigación.
A su vez, en México denuncian a Zerón por una fortuna de 50 millones de dólares, obtenida en transacciones fraudulentas del sistema de defensa e inteligencia mexicano. Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos de México, afirmó que empresas israelíes ayudaron a escapar a Zerón en 2019, primero a Canadá y finalmente a Israel.
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México pide a Israel que extradite a Tomás Zerón, acusado de corrupción y torturas.
(Presidencia de México)
En este contexto, el Times señala que durante su gestión pública Zerón aprobó la compra de sistemas de inteligencia de varias empresas privadas, entre ellas el sistema “Pegasus”, de la empresa israelí NSO, un software que por estos días protagoniza un escándalo mundial por su presunta utilización para espionaje ilegal de periodistas, políticos y activistas en diferentes países del mundo. Políticos mexicanos, entre ellos López Obrador, son señalados como posibles víctimas de este tipo de este tipo de espionaje de parte del gobierno anterior. Desde NSO desmintieron todo tipo de reunión o asesoramiento con Zerón.
"¿Por qué deberíamos ayudar a México?", se pregunta en el informe del New York Times una fuente israelí de alto nivel. La misma fuente admitió que la demora en el trámite de extradición a México, país con el cual Israel no tiene tratados de extradición, es en respuesta al voto del país norteamericano, bajo la actual presidencia de Andres Manuel López Obrador, a favor de investigar a Israel por la muerte de manifestantes palestinos en la frontera de Gaza en 2018 y por la matanza de civiles durante la operación Guardián de los Muros en mayo de este año.
Según reveló el New York Times la semana pasada, citando a una fuente israelí, el retraso en la respuesta se puede deber en parte a una "venganza israelí" por el apoyo de México a las investigaciones contra Israel en la ONU.
La fuente, que habló bajo condición de anonimato con el New York Times, dijo que Israel no tenía ningún interés en acceder a la solicitud de extradición de México después de que este tomara acciones hostiles en su contra. Señaló que se trataba de la continuidad de una política que comenzó bajo el gobierno del ex primer ministro Benjamín Netanyahu, a la que el Ministerio de Relaciones Exteriores llama "diplomacia de intercambio”.
Zerón pidió asilo político argumentando que las acusaciones en su contra forman parte de una persecución política hacia funcionarios del expresidente mexicano Enrique Peña Nieto. La fuente israelí citada por el New York Times afirma que esto es posible: "Así como México está castigando a Israel por crímenes que no cometió, puede estar persiguiendo a Zerón por razones políticas", afirmó. “¿De qué persecusión política hablan? Hay un video público en el que se ve a este hombre torturando a alguien y amenazandolo de muerte”, respondió Encinas, subsecretario de Derechos Humanos de México.
Zvi Tal, embajador de Israel en México, desmintió esta semana que Israel esté dilatando la extradición de Zerón. “La fuente citada por el New York Times no tiene ninguna autoridad en estos asuntos, Israel no involucra consideraciones políticas al lidiar con pedidos de extradición”, expresó, y aseguró que las autoridades israelíes y mexicanas mantienen contactos. “El objetivo de este diálogo es asegurar que el pedido de extradición sea debidamente ingresado y considerado, no existe ningún retraso en este asunto de parte del lado israelí”, sentenció.
