Los fatales acontecimientos ocurridos el sábado 7 de octubre en Israel fueron la motivación que tuvo el ex parlamentario chileno Daniel Farcas para escribir el libro "El pogrom más sangriento de la historia".
Farcas, quien reside actualmente en Netanya, una ciudad ubicada en la costa de Israel, a unos 30 kilometros de Tel Aviv, dedicó tiempo para publicar un libro que narra la historia del Islam y su relación con los judios, la historia larga y dolorosa de los pogroms, los de ayer y los de hoy, la creacion del Estado de Israel y finalmente los hechos de ese sábado en que debía celebrarse la entrega del pentateuco a Moisés, lo que constituyó la base para una convivencia de una buena parte de la humanidad.
Farcas, quien fuera representante de la izquierda durante la época de la dictadura chilena y en los años 80 un ferviente defensor de los derechos humanos, destacado dirigente estudiantil y secretario general de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech), entre otros cargos, sintió que era importante intentar explicar lo que realmente ocurre en Israel
Ynet Español conversó con el ex legislador y le consultó cuál fue su motivación para escribir este libro. Al respecto Farcas explicó que "la motivación fue básicamente constatar una vez más que la ignorancia acerca del Medio Oriente perjudica a Israel y que vale la pena explicar, informar y educar. Además, la historia se repite, así que es necesario repasarla, vale la pena sobre todo para estar preparados para enfrentar estos desafíos con una visión radicalmente distinta y con una mirada realista, basada en la falta de certezas acerca de lo que pueden llegar a hacer nuestros enemigos y también con una legítima perspectiva de que en general podemos llegar a contar con pocos amigos y en definitiva sentirnos bastante solos”.
Entre otras temáticas, aborda que el ciclo del antisemitismo más radical y visible, esta vez vuelve curiosamente anclado en una buena parte de una izquierda autodenominada progresista, la falta de legitimidad de los organismos multilaterales y la insólita realidad de las universidades americanas, dominadas por activistas antisemitas
–¿Cuál es la tesis central de su libro?
–Mi tesis central es que los pogroms de ayer son muy parecidos a los de hoy, salvo por una diferencia fundamental: la existencia del Estado de Israel. La tesis es que, dado que es plausible que ocurran hechos que puedan poner en peligro a los judíos en Israel y/o en la diáspora, tenemos que prepararnos para enfrentarlos con éxito. No podemos esperar a que otros nos defiendan.
–¿Cuál será su aporte en el contexto actual?
–El aporte creo que está en escribir temas importantes y significativos de nuestra realidad como israelíes y judíos, en un idioma simple y en un formato amigable.
–¿De qué forma se explica en su libro lo que sucedió el sábado negro?
–Explicar lo ocurrido es imposible. Intentar un contexto es lo que me esforcé en explicar, recorrer las raíces del antisemitismo en el Islam, la larguísima y horrible historia de los pogroms, la decepcionante respuesta del mundo y, en definitiva, nuestra enorme soledad para enfrentar estos desafíos. No, no hay explicación posible a la maldad y sadismo que vimos hace algunas semanas.
–Tras escribir su libro, Israel declaró la guerra a Hamás ¿Cómo podrá justificar Israel en la diáspora su respuesta en Gaza, considerando las críticas y manifestaciones que se han sucedido en estos días?
–Israel tiene el ejército más ético del mundo. Pudiendo haber destruido Gaza en 1 día, las FDI o Tzahal han perdido más de 50 soldados, y los hemos perdido por desgracia sólo para evitar la muerte de civiles palestinos y gazatíes. Además del sacrificio de soldadas y soldados, recordemos que los monstruos de Hamas-Isis, ganaron las elecciones en Gaza y que los cuerpos de mujeres fueron paseados por las calles con un carnaval de sangre y muerte. Pero lo más terrible fueconstatar que después de que los terroristas de Hamás torturaran, violaran y asesinaran, entraron familias palestinas y para espantosa y dolorosa sorpresa de los sobrevivientes de los kibutzim del sur de Israel, los verdugos que continuaron con la masacre, el saqueo y la destrucción, fueron los palestinos que trabajaban en Israel todos los días, cruzando la frontera de Gaza para llegar a los kibutzim. A pesar de todo ello el ejército israelí avisa con llamados y panfletos que atacará, y se preocupa de que la población civil siempre esté lo más protegida posible. La verdad es que no encontraremos nunca soldados israelíes dispuestos a realizar ninguna de las atrocidades del grupo terrorista Hamás-Isis
Farcas concluye con la famosa frase del célebre sobreviviente del holocausto Ellie Wiesel: “Criticar a Israel es legítimo, criticarlo como se suele hacer con una vara distinta a los demas paises es antisemitismo”.
