Dieciocho jóvenes argentinos llegan a Tel Aviv y entrenan sobre el césped del campus universitario. La imagen despierta la imaginación. No se trata de Messi ni de la selección argentina, pero aún así es un grupo que lleva a cabo un proyecto conmovedor en la tercera división del fútbol israelí.
Tienen entre 18 y 21 años, sin experiencia previa profesional, pero sí con un recorrido en ligas y torneos amateurs comunitarios en Argentina. Forman parte de un programa conjunto entre Macabi mundial y Macabi Argentina para formar un equipo que compita durante siete meses en la liga regional de Israel.
Su anfitrión oficial es el Maccabi Tel Aviv y entrenan en su campus universitario. Pero renunciaron a la indumentaria amarilla y azul y optaron por el albiceleste. El orgullo argentino no está solo en el atuendo, sino que semanas atrás tuvieron que modificar los horarios de entrenamiento para seguir, con diferencia horaria mediante, el desarrollo de Argentina-Uruguay por las eliminatorias del Mundial de Catar.
El responsable del proyecto es Fabian Grimberg de 56 años, ex jugador de fútbol argentino-israelí que pasó por Velez Sarsfield (1980-86) y Maccabi Haifa (1991-1988), así como Shimshon Tel Aviv, Ashdod, Tirat Carmel, Maccabi Kfar Kanna, Aldosivi y Almagro, entre otros.
Van a estar acá durante siete meses y en ese tiempo va a haber cazatalentos mirando los partidos
Fabian Grimberg, responsable del proyecto
Grimberg, que llegó a Israel en 1988, cuenta acerca del proyecto: “Hay muchos jugadores judíos que nunca tuvieron la oportunidad de ser profesionales. Esta es una gran oportunidad para sentir lo que es ser un profesional. Van a estar acá durante siete meses y en ese tiempo va a haber cazatalentos mirando los partidos. Podrán conocer el país, entrenar, viajar, aprender el idioma y conocer la mentalidad israelí. El fútbol es importante dentro del programa, pero no lo único”.
El proyecto incluyó el alquiler de varios departamentos en el centro de Tel Aviv, donde los jóvenes viven en grupos de seis.
"Esto es sionismo en el pleno sentido de la palabra"
Uri Cohen, entrenador
El entrenador del equipo es Uri Cohen (50), de Chile. Hace ocho años regresó a Israel y suena entusiasmado con el proyecto: "Esto es sionismo en el pleno sentido de la palabra. Tienen todo lo divertido que puede tener un grupo de jóvenes de entre 18 y 21 años. Nuestro objetivo es que se queden acá y que puedan conseguir contratos para ligas mayores. Hay un gran ambiente de trabajo y algunos jugadores con mucho talento”.
Nicolas Lundisky, de 19 años, un mediocampista ofensivo con gran técnica, uno de los talentos del equipo, afirma: "Nos estamos acostumbrando lentamente a los cambios y al nuevo país. Lo positivo es que la gente acá te ayuda mucho. Es un país hermoso en el que dan ganas de quedarse a vivir. Es un orgullo estar acá y conocer la historia de mi familia", afirma.
Uriel Dayan, delantero, de 22 años y también de Buenos Aires, ya se siente como en casa: “A pesar de que estamos hace un mes, ya nos acostumbramos al ritmo de vida israelí. Es un país que te ayuda todo el tiempo, la gente se interesa y quiere que te quedes a vivir acá, a tener una carrera profesional y ayudar al país a seguir creciendo. Obviamente la historia judía y de nuestras familias hacen que la vida en Israel sea muy emocionante", evalúa.
Eyal Tiberger, director ejecutivo de Maccabi World Union, sueña en grande: “Estas son apenas las primeras golondrinas. La intención es traer a Israel equipos de otros 85 países alrededor del mundo en los cuales funcionan las actividades de nuestro movimiento”, sostiene.