Embajador en Israel -y asimismo concurrente en Chipre- Mariano Caucino lleva ya más de veinte meses de gestión al frente de la representación diplomática argentina con sede en la ciudad de Herzliya Pituaj. Entiende que su mayor desafío es estar a la altura, como funcionario, de la relevancia de los vínculos entre ambos países y reconoce esforzarse cotidianamente en hacerle honor a su país, representándolo y brindando un servicio de la calidad “que merecen la Argentina y sus ciudadanos”.
Este especialista en política internacional, abogado y docente, en diálogo exclusivo con Ynet Español, realiza un balance positivo sobre su gestión en Medio Oriente: "Hemos tenido oportunidad de ver crecer la relación bilateral en el marco del 70º aniversario de su establecimiento, en 1948. Este año celebramos siete décadas de la instalación del primer embajador argentino en Israel, Pablo Manguel, quien fuera designado por el Gral. Juan D. Perón. Se trató de un importante dirigente de la colectividad judía. Creo que hemos hecho un buen trabajo llevando la relación bilateral al lugar que corresponde de acuerdo con los profundos vínculos entre los dos pueblos y gobiernos, que naturalmente se vinculan con la importancia de la numerosa colectividad argentina en Israel, así como con la relevancia de la comunidad judía en Argentina, la sexta o séptima más numerosa del mundo".
Caucino además destaca la labor en conjunto que la representación argentina logró desarrollar con su par israelí en Buenos Aires, consiguiendo coordinar una agenda de intereses prácticamente simultánea con el embajador saliente, Ilan Sztulman.
Al respecto de esta numerosa masa de inmigrantes argentinos que residen en Israel, el representante subraya las decenas de actividades que organiza la embajada: “A veces son tantas que no llegamos a dimensionarlas, en Israel viven entre ochenta y cien mil argentinos. Y son extraordinariamente activos, entre ellos hay rectores de universidades, legisladores, profesores, científicos, artistas, empresarios, gente destacada y relevante en muchos campos”.
“En lo cultural, por ejemplo, la embajada colabora permanentemente con las presentaciones de artistas argentinos en Israel, sean residentes o visitantes, como en toda oportunidad en que se pueda acercar nuestra cultura a todos los ciudadanos israelíes" agregó.
Antes de asumir, Caucino declaró que se propondría estrechar los lazos de cooperación científica, tecnológica y educativa.
-¿Cuáles han sido los avances al respecto?
- Hemos logrado lanzar la red de científicos argentinos en Israel, una tarea en la que tuvo un rol muy destacado Lucila Caviglia, la segunda de la embajada y responsable de su sección económica. Otro logro ha sido la celebración de un convenio entre la Israel Innovation Authority e instituciones argentinas. El año pasado organizamos la visita a Israel del director del Instituto Nacional de la Educación Técnica, Leandro Goroyesky, quien se reunió con sus pares israelíes para dar comienzo a actividades de interés común. Nuestro vínculo con instituciones académicas de primer orden como la Universidad Hebrea de Jerusalem y el Instituto Weizmann es permanente, y procuramos aprovechar todas las oportunidades que se presentan para avanzar en causas de interés común.
Respecto al actual panorama político israelí -y más precisamente sobre el segundo llamado a elecciones en un mismo año- el representante argentino establece: “Creo que nos sorprendió un poco a todos, empezando por los protagonistas. Pero confiamos en que es un proceso natural de un sistema político moderno y democrático que tiene sus tiempos. Observamos el desarrollo de los acontecimientos con detenimiento y con el convencimiento de que las instituciones del país saldrán aún más fortalecidas”.
- ¿Cree usted que Argentina podría evaluar en algún momento el traslado de la embajada argentina hacia Jerusalem?
- Esta pregunta debe ser la más frecuente que se le hace a los 86 embajadores acreditados en Israel. La realidad es que solo dos embajadas fueron trasladadas a Jerusalem y permanecieron allí, la de Estados Unidos y la de Guatemala. Nosotros mantenemos nuestra posición tradicional sobre la cuestión del estatus de Jerusalem que debe ser atendido y resuelto conforme al derecho internacional y de manera que se encuentre una solución sustentable y positiva para las partes que sea acordada por ellas por medios pacíficos.
Consultado respecto a los niveles de antisemitismo que registra su país, Caucino se muestra enfático: “El antisemitismo es un drama en el mundo y hay que estar siempre atento a cualquier expresión que implique un aumento real o potencial del mismo. Argentina no escapa a este fenómeno. El antisemitismo, el racismo y todo tipo de discriminación o intolerancia son fuertemente condenados por el Gobierno y el pueblo argentino, pero lamentablemente no pueden solucionarse de una vez y para siempre, sino que son tendencias condenables que aparecen en todas las sociedades y deben ser combatidas de forma constante, en cada oportunidad en que se expresen. Sin embargo, los argentinos debemos estar orgullosos del nivel de convivencia diría casi ejemplar que existe en nuestro país”.
En un año singularmente especial por las elecciones nacionales que se llevarán a cabo en octubre en su país, y que en buena medida dividen a la nación, el embajador espera "que los comicios sean un paso más en la profundización de la solidez democrática y el vigor de las instituciones republicanas, y que la lucha contra la pobreza, el combate al narcotráfico y la unión de los argentinos, sigan siendo los objetivos primordiales de la administración”.
First published: 22:46, 20.08.19
