No faltan organizaciones judías que trabajen para salvar las distancias entre la diáspora e Israel, así como para educar al público de sus comunidades sobre Israel. Pero la "Israel Latin American Network" (ILAN), con sede en México y fundada hace 5 años, está llevando las relaciones entre el Estado judío y América Latina a un nuevo nivel.
Basada en la visión de su fundador y director general, Isaac Assa, un judío sirio-mexicano, ILAN se centra en iniciativas estratégicas de alta tecnología, destinadas a resolver algunos de los mayores retos de esa región.
Uno de sus métodos consiste en identificar y fomentar la innovación en universidades latinoamericanas, creando un prestigioso programa de becas para conectar a las mejores mentes con la tecnología israelí.
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El director general de la Red Latinoamericana de Israel, Isaac Assa, con el presidente Issac Herzog en Jerusalem.
(ILAN)
"Nuestra fundación y nuestra misión es impulsar la innovación vinculada con Israel, para mejorar la vida de las personas. ¿Por qué con Israel? Porque hoy en día no sólo es una nación innovadora, también hay otros países que lo son, como Estados Unidos. Pero en Estados Unidos la innovación es hasta diez veces más cara que en Israel", comenzó Assa.
Luego, explicó que una de las cosas que hace único al ecosistema de creación de empresas de Israel en comparación con cualquier otro lugar del mundo, es que en el país existe una combinación de la parte académica, la parte gubernamental y el sector privado, lo que hace que el verdadero éxito sea una realidad.
Fomentar la innovación en América Latina
"En América Latina somos innovadores. El problema es que no reconocemos a los innovadores y nunca los promovemos ni los inspiramos para que se conviertan en lo mejor que puedan ser", confesó Assa.
"Hoy, eso está cambiando gracias al trabajo de ILAN", agregó.
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Una de las primeras delegaciones de ILAN a Israel fue la del gobierno de México.
(Moti Kimchi)
"Lo que hicimos fue... decidir que íbamos a reconocer a esos innovadores tanto en el mundo empresarial como en universidades. Por eso, creamos el Premio ILAN a la Innovación para Empresas y Universidades, y cada año celebramos un acto en el que reconocemos los mejores proyectos en siete categorías diferentes que van desde la educación al medio ambiente, la tecnología, la salud y la ciencia, y también la comunicación", reconoció Assa.
Una vez seleccionados los innovadores, ILAN los lleva en delegación a Israel para mostrarles los métodos y maestros de estas áreas dentro del país.
"Los llevamos a vuniversidades, empresas innovadoras y centros educativos que tenemos en Israel. Hacemos un viaje de una semana para mostrar todo esto", contó.
Este proceso ya cosechó un enorme éxito en todos los niveles de la sociedad latinoamericana y se gano el respeto de sectores académicos.
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Este riego por aspersión de maíz en el Centro de Investigación Gilat en el Néguev usa datos para la toma de decisiones de precisión.
( Alon Ben-Gal)
"Firmamos con las mejores universidades de México, Guatemala, Costa Rica, República Dominicana, y también con la Universidad Estatal de Arizona, que es la mayor universidad de Estados Unidos en un solo campus [165.000 estudiantes]", informó Assa sobre el programa.
"Así estamos impulsando la innovación. Ahora, formamos una comunidad con los que hacemos eventos, y creamos una red de diferentes países que se ayudan mutuamente y se conectan con el pueblo de Israel", sostuvo.
Mejorar América Latina a través de la innovación
Más allá del debate sobre la promoción, ILAN ya cosechó enormes éxitos gracias con sus antiguos alumnos. Una de las primeras delegaciones de ILAN fue la del gobierno de México, destinada a desarrollar tecnología agrícola.
Como dice Assa: "En México tenemos un territorio cien veces mayor que Israel. Israel tiene 23.000 kilómetros cuadrados y México más de 2 millones de metros cuadrados. Y tenemos una gran tierra... pero está abandonada. Así que este gobierno tomó la iniciativa de reconstruir la agricultura y crearon un programa llamado Sembrando Vida. Hoy, en este programa, hay 630.000 trabajadores agrícolas. Llevamos a sus líderes, 11 personas, hace cuatro años a ver los grandes proyectos que Israel tiene en este sector. Lo que hicieron es que [volvieron y] desarrollaron docenas de programas nuevos, todos ellos basadas en su experiencia en Israel".
La promoción como subproducto
En respuesta al desafío del antisemitismo y las crecientes críticas contra la Tierra Santa, Assa explicó que ILAN está creando una nueva reputación.
"Les digo que a todos los sitios a los que vamos, a todos los ministros que conocemos, a todas las universidades a las que nos acercamos: "las puertas están abiertas". Porque lo que aportamos es algo bueno y puro cuando vamos a la universidad y les decimos, "queremos premiar a personas innovadoras y darles exposición para luego traerlos a Israel". No tenemos otra agenda".
Además de su programa de innovación para estudiantes, ILAN trae a Israel delegaciones VIP del sector privado -como el empresario mexicano Carlos Peralta-, y delegaciones gubernamentales latinoamericanas.
"Puedo decirles, para la agricultura, el agua y otras industrias, cuando les decimos, 'escuchen, queremos hacer de México un país innovador'. Les encanta. Todas las delegaciones que traemos quedan sorprendidos", explicó.
Aunque la fundación ya tuvo una enorme repercusión en la región, incluida la primera visita a Israel del ex presidente mexicano, ILAN no lo hace con fines de relaciones públicas. De hecho, ILAN no es una organización judía propiamente dicha, y cuenta con una minoría de judíos en la junta directiva.
"Lo único que queremos es hacer realmente tikkun olam (reparar al mundo), ayudar de verdad a los países, ayudar a Costa Rica, Guatemala, México, a todos los países a los que ayudamos a ser mejores, ayudar a los innovadores a sobresalir, a ser mejores. Sí, con eso estamos mejorando las relaciones con Israel y sí, estamos cambiando la imagen del Estado judío. Pero no lo hacemos por esa razón. Viene solo, y estamos muy contentos", planteó Assa.
En general, el modelo de ILAN se centra en apoyar y potenciar a innovadores latinoamericanos para que el público comprenda mejor la realidad de Israel, porque no todo el mundo puede ver el Estado judío por sí mismo.
"El mundo tiene 8.000 millones de habitantes. Si queremos traer a todos, según mi cálculo, tardaremos 450 años en que todos vengan a Israel... Eso es imposible. Tenemos que centrarnos en traer a los innovadores", puntualizó.
Por último, Assa explicó que centrarse en los innovadores es la clave para ampliar la educación sobre Israel, así como para cumplir el valor judío de mejorar el mundo.
"Estos innovadores son verdaderos líderes que volverán a través del mundo empresarial o de las universidades, y serán nuestros mejores embajadores. Israel está ayudando al desarrollo de los países impulsando estas personas".
