El domingo 10 de diciembre, mientras en Argentina se producía el recambio de gobierno y asumía un nuevo presidente del país, en la sede de la AMIA se llevó a cabo un cálido encuentro entre familiares de secuestrados israelíes en poder de Hamás y representantes de la comunidad judía local. La reunión fue definida por un dirigente comunitario como un "mimo", una caricia al alma de quienes están pasando momentos muy dolorosos para cualquier ser humano, cual es no saber en qué situación se encuentran sus seres queridos.
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Familiares de secuestrados encienden una vela en el homenaje a las 86 víctimas del atentado de 1994.
(Ynet Español)
El encuentro comenzó con un recorrido por las nuevas instalaciones de la mutual judía –hecha a nuevo en el mismo lugar donde estaba ubicado el edificio que fue destruido por una camioneta-bomba en 1994–, donde funcionan, además, otros dos organismos como la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas) y la OSA (Organización Sionista Argentina).
Ynet Español fue el único medio internacional presente en la ceremonia íntima realizada en la AMIA con los familiares de los secuestrados, y pudo documentar con algunas fotos el emocionante que se vivió con el encendido de velas, el recuerdo de las víctimas y la afirmación de que lo único que no cambia políticamente en el país es la memoria para evocar tanto a las víctimas de los dos atentados como también a las víctimas de la dictadura militar, como lo atestigua una obra de arte realizada por una Madre de Plaza de Mayo que también se exhibe en el Patio Seco de la institución.
Los asistentes subimos luego al lugar donde escucharíamos los testimonios. Para quienes hemos escuchado un par de veces el relato de cómo vivieron las víctimas el ataque y el posterior secuestro y toma de rehenes es sin dudas doloroso. Pero es inimaginable pensar lo que deben sentir los familiares al relatar una y otra vez los hechos. Lo viven, el dolor, como algo necesario que deben atravesar para recuperar a sus seres queridos.
Lo dijo claramente Mauricio Schneider, tío de Shiri Bibas y tío abuelo de Ariel, de 4 años, y de Kfir, el bebé de 10 meses, que es el rehén más joven retenido por Hamás: "Menos mal que puedo hacer esto". Sin dudas, los familiares son una parte importante de la presión política sobre los diferentes gobiernos, incluido el israelí, para lograr la liberación de los secuestrados en poder de las agrupaciones terroristas de la Franja de Gaza.
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Hen Mafluf no pudo contenar las lágrimas tras el testimonio de otra persona que brinda su testimonio.
(Ynet Español)
Para conocer los testimonios en primera persona podemos apelar a los videos que se adjuntan a continuación.
Por todo lo demás que aconteció el domingo por la mañana en la AMIA es de destacar la entereza de los familiares, su capacidad de reconocer que en una guerra nadie gana, que el dolor está en ambos lados pero que a ellos les toca estar de uno de esos lados, y la presión política que ejercen sin dudas es una gran herramienta para recuperar a sus seres queridos.
Mientras tanto, se llevaron de Buenos Aires todo el cariño y la solidaridad que fue capaz de darle la comunidad judía local. Los abrazos y saludos del final son otro testimonio de esa comunión, y alguien lo puso en palabras: "somos familia".
