En una emotiva entrevista, el Pastor Marco Melo Hernández, líder del Consejo de Pastores Amigos de Israel en Chile, relata la experiencia de su delegación, durante su reciente viaje a Israel. La misión tuvo tres etapas fundamentales: visitar el sitio de la masacre del 7 de octubre, brindar ayuda voluntaria en un regimiento de las FDI, en el norte de Israel, y participar en trabajos agrícolas en Be’er Sheva. Hernández enfatiza la importancia de mostrar apoyo práctico y solidaridad con Israel, destacando el vínculo espiritual entre el mundo evangélico y la nación judía.
La delegación, compuesta por pastores evangélicos, testimonia el impacto de la guerra y la necesidad de fortalecer los lazos entre las comunidades. Hernández subraya la importancia de respaldar a Israel en base a principios bíblicos, mientras critica la postura del gobierno chileno en la acusación de genocidio contra este país. El compromiso de los pastores chilenos refleja un esfuerzo por tender puentes de solidaridad y apoyo en momentos de adversidad.
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Hernández critica la postura del gobierno chileno en la acusación de genocidio contra Israel.
(Cortesía.)
La historia del Pastor Marco Melo Hernández y su delegación resalta la importancia de la solidaridad intercomunitaria en tiempos de conflicto. En un testimonio cargado de emoción, el religioso comparte vivencias del viaje y algunas importantes reflexiones.
En chile hay una comunidad palestina muy poco afortunada, respecto de la búsqueda de paz, con mucha afinidad con las posturas de Hamás.
La historia del Pastor Marco Melo Hernández y su delegación resalta la importancia de la solidaridad intercomunitaria en tiempos de conflicto.
"El Consejo de Pastores amigos de Israel es una organización, a nivel nacional, de una institución de carácter funcional, más que orgánica, que busca estar presente en los momentos en que Israel necesita apoyo, solidaridad, compañía de gente que estén a su lado en los momentos importantes. En otras circunstancias, nos había tocado estar acompañándolos en momentos alegres, felices, como Januca, pero nunca habíamos tenido que estar en momentos tan tristes, tan horrorosos, como fue a partir del 7 de octubre. Sólo conmemoramos la Shoa, el martes, invitados por la embajada de Alemania, en Israel, en la iglesia luterana, para recordar este acontecimiento. Era el mejor momento para demostrarles nuestro afecto, nuestro cariño, y como bien dicen nuestros amigos y hermanos judíos, las cosas se tienen que concretar, ya que a las palabras se las lleva el viento; los hechos, las cosas reales son las que demuestran lo que realmente somos y decimos. Somos un pueblo que amamos a Israel y reconocemos que nuestra salvación viene de ahí, y por eso hacemos lo que hacemos", expresó el pastor Hernández.
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La delegación, compuesta por pastores evangélicos, testimonia el impacto de la guerra en Israel.
(Cortesía)
–Pastor, usted habla de hechos concretos. Viajaron a Israel, estuvieron para solidarizarse en el terreno, tuvieron actividades. ¿Qué nos puede contar?
–viajamos a Israel el 16 de diciembre y estuvimos hasta el 28. Tuvimos momentos muy especiales, y nuestra visita se dividió en tres etapas.
La mayoría de la gente que vive en ese lugar, donde se produjo la masacre, son socialistas, de pensamiento y corte, que buscaban un entendimiento con los palestinos, creyendo que las cosas iban a cambiar, y fueron asesinados.
La primera, donde pudimos visitar el kibutz donde fue la masacre, y nos sorprendió mucho, porque como usted mencionaba, acá, los grupos palestinos, socialistas, comunistas apoyan a Hamás, y allá, nos contaban que la mayoría de la gente que vive en ese lugar, donde se produjo la masacre, son socialistas, de pensamiento y corte, que buscaban un entendimiento con los palestinos, creyendo que las cosas iban a cambiar, y fueron asesinados.
Fue terrible la experiencia vivida ahí. Luego, tuvimos una segunda etapa, donde visitamos un regimiento en el norte del país, y estuvimos como voluntarios, ayudando en las tareas que se requirieran, donde pudieran necesitar de nuestra ayuda, física, principalmente, como todo lo que implicara equipamientos, ordenar cajas, las botas de combate, que apilábamos por talla, por número; limpiar bodegas, los lugares donde llegan los soldados a descansar; pudimos compartir con ellos, cada mañana, en la formación, fue muy emocionante, para todos los pastores que estábamos allí.
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Pastor Marco Melo Hernández, líder del Consejo de Pastores Amigos de Israel en Chile.
(Cortesía)
Tuvimos la oportunidad de estar con ellos en los lugares donde se encuentran con familiares y amigos, en un alto en su camino a la guerra; ahí podíamos agasajarlos, atenderlos.
Tuvimos la oportunidad de estar con ellos en los lugares donde se encuentran con familiares y amigos, en un alto en su camino a la guerra; ahí podíamos agasajarlos, atenderlos. También había rabinos que, para ellos, alimentarse espiritualmente era muy importante.
También había rabinos lo cual, para ellos, alimentarse espiritualmente era muy importante. Vimos un pueblo muy culto, con muchos valores. Nosotros habíamos llevado quiroprácticos, kinesiólogos, que les hacían masajes, por las tensiones y nervios propios de la situación. Luego tuvimos una etapa donde fuimos a Bercheva. Ahí estuvimos cosechando, fue tremendo.
Nosotros habíamos leído en las escrituras, que esa zona era un desierto, pero Israel la transformó en un Vergel. Estábamos a un kilómetro y medio de Gaza, donde se sentían ruidos de metralla, y nos dijeron, para nuestra tranquilidad, que era nuestra gente, nuestro ejército, que estaba combatiendo en Gaza. Por otra parte, fue un honor vestir los uniformes de la fuerza de defensa de Israel. Nosotros, en nuestras homilías solemos hablar de las proezas de Israel, de Josué y de David. Hay gente que no entiende que el mismo ejército que levantó Josué, con Moisés, a propósito de la Parashá, que luchó contra Amalec, hoy, es el mismo ejército que está luchando contra un nuevo Amalec, que ataca por todos lados, asesinando niños, mujeres, ancianos, para expulsar a sus enemigos y tener paz.
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Hernández enfatiza la importancia de mostrar apoyo práctico y solidaridad con Israel.
(Cortesía)
–¿Alguna vez había estado en una situación así, en un ambiente de guerra?
–No, había visitado Israel sólo en tiempos de paz, entre comillas, porque siempre está siendo atacado. En otro momento, habíamos hecho otro viaje, con 54 pastores, y Hamás y Hesbolá habían amenazado con derribar los aviones comerciales. Por temor, por la inseguridad que generan estos episodios, se bajaron la mitad de los pastores. Hoy, con la inseguridad que reina en nuestro país, con los pastores nos sentimos más seguros en Israel que en Chile, donde la delincuencia y la maldad aumentaron de manera considerable.
–¿Cómo los recibieron en Israel, siendo pastores evangélicos que iban a ayudar?
–No lo creían, estaban sorprendidos. Por un lado, cuando les decíamos que veníamos a apoyarlos, a animarlos, generaba mucho asombro, porque los soldados, las mujeres, nos expresaban: "A nosotros no nos quieren, nos odian", lo que me recordaba historias de la Shoá, donde pasó lo mismo. Lamentábamos mucho que el hombre no aprendieran de la historia, y los abrazábamos. Llevávamos un texto, que era un versículo de la biblia, que para nosotros era importante, de Isaías 40.1: "Lleva palabras de consuelo, de aliento a mi pueblo, y diles que yo soy su Dios, que su castigo ha terminado, y que ahora vienen tiempos de alegría y de consuelo para ustedes". Nosotros nos fuimos con esas palabras.
