Sergio Urribarri, embajador de Argentina en Israel, renunció a su cargo en la embajada luego de que la justicia argentina lo condenó a 8 años de prisión y lo inhabilitó para ejercer cargos públicos.
Un tribunal de la provincia de Entre Ríos lo declaró culpable por delitos de negocios incompatibles con la función pública y preculado, en cinco causas investigadas en un juicio que comenzó en septiembre del año pasado, tras un proceso judicial de seis años. Los delitos señalados fueron cometidos durante su etapa como gobernador de Entre Ríos (2007-2015) y advierten una malversación de fondos provinciales de unos 9 millones de dólares.
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Urribarri, en 2020, recibido por el entonces presidente israelí Reuven Rivlin.
(Embajada de Israel en Argentina.)
En la audiencia judicial Urribarri acusó que el juicio avanzó “a fuerza de arbitrariedades, atropellos y violaciones de garantías constitucionales que ya nadie discute, y con una fuerte presión mediática” y aseguró: “Fui objeto de una construcción jurídica y mediática, no robé nada”.
“El fallo de primera instancia de hoy es una clara muestra de arbitrariedad, injusticia y atropello al Estado de Derecho. Voy a apelar con la convicción de que me asiste la razón. No obstante, he puesto a disposición del presidente mi renuncia como embajador”, declaró Urribarri en la noche del jueves desde Israel, poco después de escuchar el fallo a través de una videoconferencia.
El canciller argentino Santiago Cafiero y el presidente Alberto Fernández resolvieron remover a Urribarri de la embajada instalada en la ciudad de Hertzliya, poco más de dos años después de su designación.
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Urribarri fue embajador de Argentina en Israel durante dos años.
(Cancillería argentina)
