La promesa de último minuto del primer ministro Benjamín Netanyahu de anexar el Valle del Jordán si es reelecto la próxima semana desató la condena árabe e introdujo a los palestinos en una campaña política que los había ignorado casi por completo.
Netanyahu ha hecho promesas similares antes, pero no ha cumplido. Su promesa actual de anexar el valle jordano fue ampliamente considerada en Israel como un truco de campaña para atraer a los votantes de derecha, muchos de los cuales viven en asentamientos en Cisjordania.
El primer ministro presentó la medida como una "oportunidad única", en un momento en que una administración amiga en Washington comunica que está a punto de revelar su plan de paz en Oriente Medio, el cual se ha retrasado mucho.
El Valle del Jordán constituye aproximadamente un cuarto de Cisjordania, la pieza central de cualquier futuro estado palestino.
El primer ministro manifestó que la medida "no anexa a un solo palestino".
La anexión del valle establecería un amortiguador permanente a lo largo de la frontera con Jordania y dejaría a los palestinos con solo enclaves aislados rodeados por Israel, pero descartando su sueño de construir un estado esperado.
Un portavoz de las Naciones Unidas advirtió que el paso sería "devastador" para las perspectivas de un estado palestino junto a Israel. Aquí hay un vistazo a la importancia del Valle del Jordán.
La geografía
El Valle del Jordán constituye el borde oriental de Cisjordania. Ocupa unos 300 kilómetros desde el Mar de Galilea en el norte hasta el Mar Muerto en la frontera entre Israel y Jordania.
Israel tomó el área de Jordania, junto con el resto de Cisjordania y Jerusalem Este, en la Guerra de los Seis Días de 1967. Desde entonces, se han establecido alrededor de 30 asentamientos en el Valle del Jordán, que ahora alberga a unos 65.000 palestinos y 11.000 colonos, según el grupo de derechos israelíes B'Tselem.
La comunidad internacional, junto con los palestinos, considera abrumadoramente ilegales todos los asentamientos israelíes en Cisjordania y Jerusalem Oriental.
Fuera de la ciudad palestina de Jericó y de algunas comunidades aledañas, alrededor del 90% del Valle del Jordán cae bajo control administrativo y de seguridad israelí total, lo que significa que el ejército israelí vigila el territorio y su población.
Posee un clima único que puede producir frutas y verduras durante todo el año, y el acceso al Mar Muerto y sus aguas ricas en minerales también ofrece turismo y otros beneficios comerciales.
"Israel se aferra al Valle del Jordán porque esta gran área tiene un alto valor económico", explicó Sameh al-Abed, ex ministro del gabinete palestino. "Es la canasta de alimentos del pueblo palestino y está llena de recursos naturales".
Una ventaja estratégica
Para Israel, el Valle del Jordán es un recurso clave de seguridad porque provee protección contra ataques del este y asegura una línea defensiva a lo largo de la frontera con Jordania. Así, considera que una presencia militar es una de las claves de cualquier acuerdo regional de paz, ya que mantendría las áreas palestinas desmilitarizadas.
También está poco poblado por israelíes, la mayoría de los cuales son granjeros seculares con una ideología menos profunda que la de aquellos que viven en Cisjordania o asentamientos con importancia bíblica. Hay un gran consenso en Israel, incluso entre moderados, que Israel debería mantener cierto control en el área.
Los palestinos, sin embargo, dicen que con la anexión perderían un área fértil en la que hay muchas granjas palestinas y que representa una de las pocas áreas de Cisjordania con espacio abierto para el desarrollo.
Consideraciones políticas
Netanyahu ha hecho varias promesas de imponer la soberanía israelí sobre territorio ocupado, pero aún no las ha cumplido debido a las profundas consecuencias. Entre los israelíes parece haber una oposición a un retiro del área.
En el punto más angosto de la llanura costera israelí, la distancia entre el Mar Mediterráneo y Cisjordania es de 15 kilómetros, y muchos israelíes temen que el país quede dividido en dos en un futuro conflicto militar. Sin el Valle del jordán, Jerusalem quedaría rodeada de tres lados por tierra palestina.
El principal rival en las elecciones del 17 de septiembre, Benny Gantz, también prometió mantener el control sobre el Valle del Jordán. Pero no ha llamado a la anexión y desestimó los comentarios de Netanyahu como teatralidad electoral.
El fin de un sueño
Para los palestinos, la anexión israelí del Valle del Jordán podría ser devastadora para cualquier esperanza de establecer un Estado que incluya a Cisjordania.
Jericó, el principal centro habitado del valle, sería tragado por todos lados por territorio israelí, y el resto de Cisjordania sería rodeado por Israel al este y oeste.
Con Netanyahu prometiendo más anexiones, los palestinos quedarían con pequeños enclaves aislados, lo que haría difícil o imposible trasladarse o formar un Estado.
En su presentación, Netanyahu sugirió el establecimiento de carreteras para los palestinos hacia Jordania, algo que ni los palestinos ni Jordania quieren.
“Matar todas las posibilidades de paz por propósitos electorales es irresponsable y peligroso”, afirmó el ministro de Relaciones Exteriores jordano, Ayman Safadi.
Por este motivo, la ONU, la Unión Europea y el mundo árabe, incluyendo al potencial aliado israelí Arabia Saudita, han repudiado el plan de Netanyahu.
First published: 19:53, 11.09.19