En conjunto con Moshe Bar Siman Tov, director del Ministerio de Salud, el primer ministro Benjamín Netanyahu realizó una conferencia especial para alertar a la población sobre los peligros del coronavirus y enfatizar en la importancia de respetar las medidas sanitarias planteadas desde el gobierno.
“Esta epidemia es dura, no es un juego, es cuestión de vida de muerte”, expresó Netanyahu y en función de ello pidió a la sociedad israelí “disciplina y responsabilidad” para afrontar esta crisis. “Muchos no entienden la magnitud del peligro. Veo multitudes en las playas y no lo puedo creer, existe un evidente problema de internalización”, agregó.
El mandatario aseguró que todas las decisiones tomadas para detener la propagación del virus “pusieron a Israel en la vanguardia mundial”, pero que no serán suficientes si los ciudadanos no las cumplen rigurosamente. “Miles de personas en el mundo murieron, ya vimos lo que sucedió en otros países que no tomaron este tipo de medidas”, argumentó.
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Netanyahu pidió a la ciudadanía israelí mayor rigurosidad para cumplir las pautas sanitarias
(Ynet)
“Esto lo digo a modo de recomendación, como un pedido y no una directiva, pero eso podría cambiar”, advirtió Netanyahu, y reiteró que el objetivo es “reducir lo máximo posible las salidas de los hogares”.
Autoridades del Ministerio de Salud estiman que la crisis del coronavirus todavía no llegó a su pico en Israel, y en función de eso el primer ministro anunció que preparan medidas para aumentar los niveles de detección del virus. “Buscamos realizar 3.000 pruebas diarias, inclusive llegar a 5.000, lo que en función de la cantidad de habitantes sería la cifra más importante del mundo”, manifestó. Por último, indicó que el paso siguiente será preparar a los hospitales para una mejor atención de los casos graves.
Moshe Bar Siman Tov completó el panorama preocupante de Netanyahu con estimaciones del ministerio sobre lo que ocurrirá en los próximos días: el aumento de 100 casos diarios a partir del miércoles y la posibilidad de que el país lamente numerosas muertes si la población no toma los recaudos necesarios.
“Estamos acostumbrados a pensar que las cosas no nos sucederán a nosotros, que es cuestión de otros países o personas, que esto se resolverá en el verano, pero esa no es la realidad para la que nos estamos preparando”, aseveró el director general del ministerio.
“No estamos en vacaciones, es importante que se queden en sus casas y reduzcan el contacto con otras personas. No es momento de ir a parques o playas, y ni siquiera visitar a los abuelos”, completó el funcionario.
