El Mar Mediterráneo siempre ha generado relaciones políticas y económicas entre el sur de Europa, Asia Occidental, y el norte de África. Pero con el surgimiento de la civilización moderna, ha sido víctima de amenazas antropogénicas como la sobrepesca, contaminación, construcción de infraestructura costera, y conflictos políticos.
Aunque la Convención de Barcelona de 1995, que reclama que el Mediterráneo sea protegido de la contaminación, haya sido firmada por 22 de los países que lo rodean (incluyendo Israel, Chipre, Egipto, Líbano, Turquía y Siria), sigue siendo difícil proteger las aguas y la biodiversidad de la parte oriental del mar.
Israel, ubicada en la punta más oriental del Mediterráneo, está llevando a cabo sus propias iniciativas para cuidar sus ecosistemas marinos. Recientemente, el fondo Yad Hanadiv se unió a la Autoridad de Naturaleza y Parques de Israel para proveer financiamiento para investigaciones científicas sobre los beneficios de Áreas Marinas Protegidas (AMP).
“El objetivo a la Autoridad es conseguir que el 20% de la costa israelí sea protegida, preferentemente para el 2030”, dice la Dra. Noga Sokolover, bióloga marina de la Sociedad Israelí para las Ciencias Ecológicas y Ambientales.
Antes de establecer AMPs, la jurisdicción acerca de la propiedad del agua debe ser resuelta. Israel tiene tres zonas marítimas principales: agua costera, agua contigua, y agua económica exclusiva. La Zona Costera alcanza 12 millas náuticas dentro del mar y está bajo la completa soberanía de Israel. La Zona Contigua alcanza otras 12 millas náuticas, y la Zona Exclusiva Económica, la más grande de todas, se extiende hasta el punto medio entre Israel y Chipre.
El problema ambiental que se presenta es que Israel tiene la obligación de preservar el área marina y sus recursos, pero otros países tienen derecho a navegar y comerciar sobre esas aguas.
Cada una de estas zonas tiene lazos políticos y económicos distintos, lo que complica el proceso de implementar AMPs supervisadas por la Autoridad.
Dentro de las zonas marinas, diferentes organismos gubernamentales están a cargo. El Ministerio del Interior es responsable de reservas marinas y tiene jurisdicción sobre la Zona Costera, y el de Economía se encarga de actividad económica marina y ejerce su poder principalmente en las Zonas Contigua y la Económica Exclusiva. Estos ministerios tienen conflictos de intereses porque lo que es mejor para la economía frecuentemente no es lo mejor para el medio ambiente.
“El Ministerio de Economía se encargará de principalmente asuntos económicos, y esto puede perjudicar al Ministerio del Interior. Hay mucho potencial para establecer AMPs con el Ministerio de Economía, pero es muy riesgoso porque su agenda puede cambiar en cualquier momento”, dice Sokolover.
Aunque los defensores del medio ambiente han logrado que el gobierno israelí prohíba la pesca barredera en el norte del país y restrinja otros tipos de pesca, la batalla para establecer más AMPs continúa.
Mientras tanto, el fondo Yad Hanadiv actualmente está presentando su tercera propuesta de investigación acerca de cómo las AMPs pueden beneficiar al medio ambiente. Los científicos se enfocarán en áreas específicas de la costa israelí, como Hof Hasharon, Rosh Hanikra y Atlit.
Los investigadores esperan identificar cómo amenazas tales como la perforación, minería, pesca, acuicultura, contaminación, especies invasivas y cambio climático han afectado a las diferentes especies de los ecosistemas marinos israelíes.
Con el objetivo de demostrar la necesidad de AMPs y su método de implementación, un grupo de investigadores y organizadores creó el Plan Marino Israelí 2015 en el Centro de Estudios Urbanos y Regionales del Instituto de Tecnología de Israel en Haifa.
Científicos de todo el país hacen referencia a este plan y usan sus datos para profundizar el entendimiento acerca de los beneficios de las AMPs.
La costa mediterránea de Israel tiene 195 kilómetros de largo, tiene 4.000 kilómetros cuadrados de aguas costeras y 22.000 kilómetros cuadrados de territorio económico exclusivo. Dentro de límites hay siete embarcaderos y cinco puertos activos, y se pescan 2.200 toneladas de pescado anualmente.
Solo hay nueve reservas marinas en todo el espacio acuático, la mayoría siendo pequeñas reservas costeras que siguen en la etapa de planeamiento. Establecer y mantener AMPs ayudará a preservar vida marina e idealmente crear un ambiente en que las especies puedan prosperar.
Si los resultados de la tercera propuesta muestran que la implementación de AMPs tiene efectos positivos, Israel procederá a establecer áreas protegidas.