El ministro de Defensa, Benny Gantz, cree que Jerusalem es lo suficientemente "amplia" para que haya una capital palestina, aunque debe mantenerse unificada, según declaraciones realizadas a un periódico saudita en una entrevista publicada el jueves.
Gantz, que se desempeña como ministro de Defensa y primer ministro suplente, manifestó al periódico Asharq al-Awsat que Jerusalem es una "ciudad amplia que está repleta de lugares sagrados para todos".
"[Los palestinos] quieren y necesitan una entidad para vivir de forma independiente. Un Estado o un reino, pueden llamarlo como quieran", dijo Gantz. "Tienen derecho a tener independencia y una capital, que será una solución para destrabar todos los problemas", añadió.
Sin embargo, el líder de Kajol Labán señaló que la ciudad debe permanecer unificada.
Gantz consideró que no habrá paz en Medio Oriente sin una solución al conflicto palestino-israelí y pidió a la Autoridad Palestina y a su líder, el presidente Mahmoud Abbas, que regrese a la mesa de negociaciones.
"Quiero que los palestinos sean parte del proceso de paz. El impulso hacia la normalización dentro del mundo árabe es una gran y tangible oportunidad", expresó.
El líder centrista también aclaró que Israel no volverá a sus fronteras anteriores a 1967, lo que significa una retirada de todos los territorios capturados a Jordania y a Egipto durante la Guerra de los Seis Días que los palestinos reclaman para establecer un futuro Estado, pero indicó que las partes pueden llegar a un acuerdo.
Además, el exjefe de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) reveló que ya había realizado visitas secretas a la mayoría de los países árabes durante el período que estuvo al frente del Ejército y afirmó que le encantaría realizar una gira oficial.
Advirtió contra lo que llamó el "eje iraní" en la región, diciendo que representaba una amenaza tanto para Israel como para los Estados árabes, y señaló a países como Siria y Líbano como ejemplos de la influencia de Irán en la región.
Mientras que Israel ve a Jerusalem como su capital oficial e indivisible, los palestinos reclaman el sector oriental de la misma para establecer su propia capital como parte de una solución de dos Estados.