La policía israelí, junto con funcionarios municipales de Jerusalem, se enfrentaron el lunes con los manifestantes que llevaban a cabo una protesta contra el primer ministro Benjamín Netanyahu, frente a la residencia oficial.
Los manifestantes habían instalado un campamento de tiendas afuera de la residencia oficial de Netanyahu en Jerusalem. La protesta era para pedir su renuncia debido a los cargos por corrupción que enfrenta en la justicia. Según los manifestantes, la policía hizo un uso excesivo de la fuerza para desarmar la protesta. Políticos de la oposición denunciaron la medida como una restricción a la libertad de expresión.
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Policía y funcionarios municipales disuelven la protesta frente a la residencia oficial de Netanyahu.
(Ronen Raz)
El registro de la escena muestra lo que parecen ser funcionarios del ayuntamiento junto a fuerzas de la policía derribando pancartas y quitando sillas y tiendas, al tiempo que se enfrentaban a los participantes de la protesta. Al menos cinco manifestantes resultaron heridos de forma leve, y uno necesitó tratamiento médico en un hospital.
El ayuntamiento de Jerusalem informó a través de un comunicado que el municipio retiró del lugar los elementos de la protesta por segundo día consecutivo debido a que “fueron colocados sin autorización y producen un daño al orden público”.
Amir Haskel, exgeneral de la fuerza aérea israelí y uno de los líderes de la protesta, declaró a la radio del Ejército que los manifestantes no se desconcentraron. “No hay ninguna posibilidad de que nos vayamos de aquí. No pueden pasar por alto que estuvimos acá los últimos 35 días”, sostuvo.
El mes pasado, Haskel fue arrestado por la policía presuntamente por realizar una protesta sin autorización, pero fue liberado luego sin cargos. Denunció su detención como un intento de sofocar la protesta, que creció en número desde su arresto.
El viernes, varios miles de personas se reunieron frente a la residencia de Netanyahu pidiendo su renuncia. Por otra parte, el sábado una manifestación multitudinaria tuvo lugar en el centro de Tel Aviv para protestar por lo que se entiende como el fracaso de Netanyahu para abordar los problemas económicos provocados por la pandemia de coronavirus.
Tras el desmantelamiento del campamento frente a la residencia oficial el lunes, el líder opositor Yair Lapid expresó a través de su cuenta de Twitter que “Netanyahu perdió la confianza del pueblo, y junto a ello su poder para enfrentar a los ciudadanos que le dicen la verdad a diario. Fracasó. Es un jefe de gobierno ilegítimo”.
El incidente se produjo un día después de que las encuestas de opinión pública mostraran una ínfima aprobación del manejo de la pandemia por parte de Netanyahu. Una encuesta del Canal 13 de Israel evaluó que el 75% de los encuestados no estaban satisfechos con el desempeño del gobierno, mientras que una encuesta similar realizada por la emisora pública Kan arrojó que el 85% se mostraba insatisfecho.
