Los esfuerzos de las facciones anti-Netanyahu de la Knesset para llegar a un acuerdo de coalición se estancaron el martes, después de que el líder del partido islamista Raam, Mansour Abbas, dijera que cancelaría todas las reuniones de negociación hasta que disminuya la última escaldada de violencia entre Israel y los palestinos.
La violencia que comenzó en Jerusalem con los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes en el recinto de la mezquita de al-Aqsa y los enfrentamientos en el barrio de Sheikh Jarrah por la posible expulsión de familias palestinas de sus hogares se intensificó en ataques en Gaza después de que cientos de cohetes fueran lanzados desde la Franja hacia las comunidades israelíes.
El lanzamiento de cohetes contra el sur de Israel continuó el martes cuando las FDI lanzaron numerosos ataques contra objetivos en Gaza.
Fuentes de la llamada "coalición para el cambio", para reemplazar a Benjamin Netanyahu como primer ministro, dijeron el martes que el progreso en sus esfuerzos para formar un gobierno dependería de la situación de seguridad, y que una coalición con Abbas se estaba volviendo cada vez más improbable a pesar de sus declaraciones anteriores de que su partido apoyaría tal gobierno.
El apoyo de Raam es fundamental para el éxito de las negociaciones para formar un gobierno alternativo a la coalición religiosa de derecha de Netanyahu.
El líder de Yesh Atid, Yair Lapid, recibió el mandato de formar un gobierno, pero su tiempo para hacerlo se limitó a 28 días, y seis de ellos ya han transcurrido.
La mayoría de los asuntos ya fueron acordados en conversaciones con Abbas, sobre la base de acuerdos que el líder islamista alcanzó con Netanyahu durante anteriores intentos de formar una coalición, entre ellos la asignación de fondos para la población árabe y para infraestructura, y un plan integral de lucha contra el crimen que azota a las comunidades árabes.
Los partidos involucrados en las conversaciones de la coalición estaban programados para reunirse el martes para finalizar las diferencias que aún persistían, pero desde el estallido de la violencia algunas fuentes políticas dijeron que la opción de una quinta elección desde abril de 2019 estaba nuevamente sobre la mesa.