El ministro de Defensa, Benny Gantz, exigió el miércoles el arresto de los autores de ataques violentos contra manifestantes que pedían la destitución del primer ministro, Benjamin Netanyahu.
"Deben ser capturados y llevados ante la justicia, la protesta no será silenciada mientras estemos aquí", manifestó.
Los manifestantes fueron atacados violentamente durante una marcha en Tel Aviv el martes por la noche. Al menos cinco de ellos resultaron heridos y tratados en hospitales locales. Los hechos de violencia fueron atribuidos a activistas pro-Netanyahu.
El ministro de Seguridad Pública, Amir Ohana, también pidió el fin de la violencia, independientemente del sector político del que provenga, mientras que el comisionado interino de la policía, Moti Cohen, sostuvo que la policía no toleraría ninguna forma de violencia.
Más de 1.000 personas protestaron el martes cerca de la casa Ohana, en Tel Aviv, debido a que lo acusan de intentar "frustrar la protesta civil" después de que se conociera una grabación del ministro tratando de obligar a la policía a bloquear las manifestaciones.
Según relatos de testigos presenciales, grupos de hombres con camisetas negras, armados con palos, botellas y gas pimienta se infiltraron en la marcha y atacaron a los manifestantes.
Esta fue la tercera vez que se denunciaron hechos de violencia perpetrados por presuntos partidarios del primer ministro.
Un hombre fue arrestado bajo sospecha de que arrojó una piedra a los manifestantes, en tanto que otros lograron huir.
La policía indicó que se llevaron a cabo cuatro arrestos en total por supuestamente perturbar la paz social después de que los manifestantes intentaron bloquear las carreteras.
El líder de la oposición, Yair Lapid, dijo que la violencia era responsabilidad del primer ministro, que calificó a los manifestantes como anarquistas que estaban propagando el COVID-19.