El funcionario encargado del manejo de la pandemia en Israel, Ronnie Gamzu, afirmó este martes que se registró una ligera disminución en el número de infecciones por COVID-19 y le atribuyó los buenos resultados al “muy efectivo” bloqueo. Asimismo, opinó que el cierre general debe prolongarse entre siete y diez días más
Tras un rebrote masivo de infectados, que llegó a registrar más de 9.000 nuevos casos diarios, el gobierno de Israel, con Benjamín Netanyahu a la cabeza, hace dos semanas impuso una nueva cuarentena estrictca en todo el país. Las escuelas se mantienen cerradas, al igual que los negocios no esenciales.
Gamzu imploró al público israelí que continúe respetando las directivas de salud, especialmente durante las vacaciones de Sucot. "Nos lo debemos a nosotros mismos para salir de esta situación", dijo. Y agregó: "No puedo decir definitivamente que la infección haya disminuido en todas partes. Tomaremos una decisión sobre las aperturas a partir de la próxima semana".
A pesar del optimismo de Gamzu, el COVID-19 y las diferentes restricciones sanitarias están teniendo un impacto perturbador en la sociedad en general y en los jóvenes en particular. Según un nuevo informe publicado este martes por la organización Elem-Youth in Distress, quienes ya sufrían de ansiedad, depresión, abuso doméstico, trastornos alimentarios u otra patología, han incrementado considerablemente su condición negativa.
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la difícil situación de los jóvenes en riesgo en Israel ha empeorado significativamente durante la pandemia.
(Shutterstock)
El estudio destaca un aumento del 300% en los informes de depresión y ansiedad entre los jóvenes, un aumento del 200% en los sentimientos de soledad, del 150% en los casos de autolesiones y del 200% en los trastornos alimentarios. Además, se incrementó la injerencia de alcohol y drogas entre los adolescentes, así como también el número de denuncias de violencia en los hogares.
Los casos de violencia sexual también han experimentado un aumento del 200% comparado con el año pasado. El informe también hace referencia las consecuencias económicas que provoca la pandemia y describe un aumento del 170% en el número de jóvenes sin hogar.