Fantásticas noticias para los amantes de la naturaleza y los viajes. El Pequeño Cráter (HaMakhtesh HaKatan) del desierto de Néguev, el tercero más grande de los cinco en el área, fue declarado como una reserva natural.
El Pequeño Cráter sirve como un espacio ecológico especial para plantas y vida silvestre como cabras monteses, chacales y águilas en peligro de extinción.
El Gran Cráter (HaMakhtesh HaGadol) y el Cráter Ramón (Makhtesh Ramon) ya fueron declarados como reservas naturales, pero el proceso para otorgar el mismo honor al Pequeño Cráter ha sido más complejo debido a que parte del territorio de la reserva forma parte del Centro de Investigación Nuclear de Israel.
La Autoridad de Naturaleza y Parques de Israel mantuvo largas negociaciones con el organismo, e incluso llevó a sus miembros el año pasado a un tour del área para que comprendieran su naturaleza única.
“Durante el tour, siete águilas aparecieron y comenzaron a volar por encima de nuestras cabezas. Ese fue el factor determinante. También entendieron el poderoso impacto que tiene este lugar, y lo importante que es”, dijo el oficial de la Autoridad de Naturaleza y Parques, Gilad Gabai.
Irónicamente, el hecho de que parte del cráter se encuentre cerca del centro nuclear lo convierte en un lugar seguro para muchos animales, incluyendo las águilas, ya que es un área cerrada y está prohibido que aeronaves la sobrevuelven y perturben los nidos.
La declaración del área de 61 millones de metros cuadrados como reserva natural fue firmada por el ministro de Finanzas Moshe Kahlon.
También conocido como Cráter Hatzra, es el cráter ubicado más al este de los cinco que e formaron en los Altos de Néguev, junto con el Cráter Ramón, el Gran Cráter y dos cráteres en el Monte Arif. Tiene una forma casi circular, un largo de ocho kilómetros, un ancho de cinco, y una profundidad de 400 metros.
Es también una localización importante de anidación para águilas y otras aves de rapiña que están al borde de la extinción, y sirve como ruta para cabras monteses entre el centro de Néguev y el Desierto de Judea, ubicado más al norte.
“El Estado de Israel ha sido bendecido con naturaleza y sus herencias y valores únicos. Junto con el público y organismos gubernamentales, tenemos el deber de continuar trabajando en la creación de parques y reservas naturales para nosotros y las generaciones futuras”, dijo Shaul Goldstein, CEO de la Autoridad de Naturaleza y Parques de Israel.
