Palestino con barbijo en Al-Aqsa

Cerró la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalem por el coronavirus

El director de la Mezquita informó que las oraciones aún se realizarán en los espacios abiertos en torno a los dos santuarios principales en lo que es conocido para el judaísmo como el Monte del Templo.

Reuters |
Published:
La mezquita de Al-Aqsa y la Cúpula de la Roca cerraron sus puertas en una decisión por proteger a los fieles que asisten de manera regular a rezar al tercer lugar en importancia para el Islam. Así lo informaron este domingo autoridades religiosas.
Aun así se podrán realizar oraciones en las grandes áreas abiertas en torno de los santuarios y en otros sitios que componen el complejo conocido en el mundo islámico como al-Haram al-Sharif (Monte del Templo).
1 צפייה בגלריה
Palestino con barbijo en Al-Aqsa
Palestino con barbijo en Al-Aqsa
Palestino con barbijo en Al-Aqsa
(Reuters)
“Las autoridades islámicas decidieron cerrar las puertas de los espacios de oración internos de la mezquita de Aqsa como medida de protección para evitar la dispersión del coronavirus” informó Sheikh Omar Al-Kiswani, director de la mezquita.
“Las oraciones tendrán lugar en los jardines y las puertas permanecerán abiertas para todos los fieles” agregó Kiswani.
Al-Aqsa fue construida en el siglo VIII y es considerada por el Islam el tercer sitio en orden de importancia luego de La Meca y Medina.
Estas últimas medidas forman parte de la serie de restricciones cada vez más rigurosas impuestas por las autoridades políticas y religiosas en Tierra Santa para contener la propagación del coronavirus.
Por su parte, el Gran Rabinato de Israel aconsejó la semana pasada a sus fieles no asistir al Muro de los Lamentos. El muro, construido por Herodes como límite exterior del Antiguo Templo, es hoy un lugar sagrado de oración para el judaísmo.
La Ciudad Vieja de Jerusalem es considerada un sitio sagrado por el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam, las tres grandes religiones monoteístas. Los cristianos la consideran el lugar en que Cristo predicó, murió y resucitó. Las autoridades eclesiásticas también se sumaron a las medidas para proteger a las grandes masas de fieles que asisten allí.
En medio de los temores sobre la expansión del coronavirus, el número de asistentes a las oraciones habituales el último viernes en al-Aqsa se redujo considerablemente. Personal de seguridad ofrecía botellas con agua y jabón al ingreso y a la salida de los fieles.
Comentarios 0