El primer ministro Benjamín Netanyahu continúa con sus esfuerzos para torpedear la juramentación de la llamada “coalición para el cambio”, después de que el líder de Yesh Atid, Yair Lapid, le informara esta madrugada (jueves) al presidente Reuven Rivlin que había logrado establecer un nuevo gobierno.
La mayoría de los esfuerzos de Netanyahu están destinados a desarmar los partidos Yamina, de Naftali Bennett, y Tikva Hadasha, de Gideon Saar. Además, el bloque de derecha está entusiasmado debido al hecho de que el parlamentario Nir Orbach (Yamina) se muestra indeciso respecto de la formación del nuevo gobierno y puede que anuncie su oposición al mismo. Sin embargo, los intentos de Netanyahu de comunicarse con él han sido infructuosos hasta el momento, ya que Obrach no atiende su teléfono desde anoche.
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El primer ministro, Benjamín Netanyahu (izquierda), Nir Orbach (centro) y Naftali Bennett.
(AFP, Yoav Dodkovich, Alex Kolomoisky)
"Bennett vendió el Negev a Raam. Todos los miembros de la Knesset elegidos por los votantes de derecha deben oponerse a este peligroso gobierno de izquierda"
Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel
Al mismo tiempo, el bloque derechista está tratando de aumentar la presión sobre los demás miembros de las facciones Yamina y Tiva Hadasha. Orbach, por su parte, no apoyará la sesión de la Knesset para reemplazar al presidente del Parlamento, Yariv Levin (Likud), por Miki Levy, de Yesh Atid. Por lo tanto, la medida no cuenta con la mayoría de 61 parlamentarios necesaria para avanzar ser aprobada. Desde el bloque derechista están ejerciendo presión sobre los parlamentarios de derecha a través de rabinos, activistas y miembros de los partidos que no forman parte de la nueva coalición.
Antes del mediodía, y por primera vez desde que Lapid anunció que había "logrado" formar un gobierno, Netanyahu criticó en las redes sociales el acuerdo alcanzado por Lapid y Bennett con la facción islamista Raam, de Mansour Abbas, partido con el que él mismo había mantenido contactos durante las negociaciones de coalición. El primer ministro expresó: "Bennett vendió el Negev a Raam. Todos los miembros de la Knesset elegidos por los votantes de derecha deben oponerse a este peligroso gobierno de izquierda".
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Yair Lapid, de Yesh Atid, Naftali Bennett, de Yamina, y Mansour Abbas, de Raam.
(Yoav Dudkevitch, Elad Gutman y Yaron Brener )
Esta mañana, Netanyahu reunió en su oficina con los líderes de los partidos de su bloque -Shas, Yahadut Hatora y Sionismo Religioso- en un intento de formular una estrategia de acción conjunta
El primer ministro también publicó los logros alcanzados por Raam en las negociaciones con Bennett y Lapid, y los comparó con lo que él supuestamente le había ofrecido a Abbas. Entre otras cosas, Netanyahu afirmó que en la nueva coalición Abbas recibió la presidencia del Comité del Interior de la Knesset, algo que, señaló, él no le había prometido al parlamentario islamista. El jefe de gobierno subrayó que desde el principio, los contactos entre el Likud y Raam se llevaban a cabo solo para que el partido oficialista recibiera el apoyo de Abbas para celebrar una elección directa y no para unirse a la coalición.
Netanyahu también afirmó que Lapid y Bennett le prometieron a Raam cancelar la Ley Kaminitz, la cual promueve la demolición de viviendas ilegales, algo que Yamina se apresuró a negar en un comunicado.
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Manifestantes pro-Netanyahu protestan contra la coalición encabezada por Lapid y Bennett antes de su formación.
(AP)
Como parte de la campaña de presión de la derecha, se ha organizado para esta noche una gran manifestación frente la casa de Ayelet Shaked, número dos de Yamina, bajo el lema: "Vuelve a casa". Este es otra de las iniciativas impulsadas por las organizaciones de derecha que trabajan en cooperación con el Likud y el partido Sionismo Religioso para evitar la juramentación del nuevo gobierno.
Esta mañana, Netanyahu reunió en su oficina con los líderes de los partidos de su bloque -Shas, Yahadut Hatora y Sionismo Religioso- en un intento de formular una estrategia de acción conjunta.
