Naftalí Bennett (Yamina) e Yair Lapid (Yesh Atid), principales referentes del gobierno anunciado este miércoles, tendrán la potestad de sumar a otros partidos a la coalición sin necesidad de consultar al resto de las facciones.
Así lo indica el acuerdo de coalición firmado por los 8 partidos, cuyos detalles todavía no fueron revelados. “El gobierno, de acuerdo a la decisión del primer ministro y el viceprimer ministro, podrán adicionar facciones a la coalición”, reza el texto que debe ser aprobado por el parlamento para que el nuevo gobierno sea oficial.
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Lapid y Bennett dejan una puerta abierta al ingreso de los ortodoxos al gobierno.
(Ynet)
El objetivo de la medida es que Bennett y Lapid cuenten con una herramienta para expandir una coalición débil que a duras penas logró la mayoría mínima de 61 parlamentarios. La mira está puesta especialmente en el posible acercamiento de los partidos ortodoxos Shas o Yahadut HaTorá, que cuentan con 9 y 7 bancas respectivamente. Esta semana Aryeh Deri, presidente del partido sefaradí Shas, comunicó su intención de renunciar a su banca en la Knesset si su movimiento no se unía al próximo gobierno israelí.
“No nos referiremos a los acuerdos de coalición antes de que se presenten en la Knesset”, se excusaron desde Yamina e Yesh Atid, al ser consultados sobre la posibilidad de expandir el gobierno.