El miércoles por la tarde, la Knesset aprobó su disolución en una votación preliminar, lo que podría llevar a Israel a su cuarta elección en menos de dos años.
La votación se produce un día después de que el líder de Kajol Labán, Benny Gantz, anunciara que su partido votaría a favor de un proyecto de ley después de que el ministro de Defensa acusara al primer ministro Benjamín Netanyahu de engañar constantemente al público sobre la cuestión del presupuesto para servir a sus propios fines políticos.
Con el apoyo de Kajol Labán, la moción de censura propuesta por la oposición, normalmente una formalidad que suele ser rechazada automáticamente por la coalición gubernamental, se encamina a su aprobación.
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Benny Gantz y Benjamín Netanyahu durante la sesión en la Knesset.
(Canal de la Knesset)
Mansour Abbas, líder del partido Ra’am, facción que forma parte de la alianza Lista Árabe Conjunta, decidió no participar de la votación en la Knesset debido a que recientemente mantuvo acercamientos con Netanyahu por intereses compartidos.
Antes de ingresar a la sesión de la Knesset, Gantz afirmó que el primer ministro podría evitar una nueva ronda electoral si aceptara aprobar un presupuesto nacional de dos años, tal como está estipulado en el acuerdo de coalición firmado en abril.
"Si Netanyahu aprueba el presupuesto, todo saldrá bien", dijo. "Todo lo que impida las elecciones es bienvenido. La mejor solución es que se apruebe este presupuesto y que este gobierno siga funcionando", agregó.
El líder de la oposición y exaliado de Gantz, Yair Lapid (Yesh Atid), fue quien presentó el proyecto de ley. "Hay un adulto pero no es el responsable", sostuvo Lapid al inicio del debate. "Siempre que hay un problema, él le echa la culpa a otra persona. Nos has dejado a muchos de nosotros atrás, desesperados, solos", expresó.
Añadió que el proyecto de ley tiene como objetivo “detener la ira, el odio y la mala gestión” de Netanyahu.
Sin embargo, es poco probable que Netanyahu esté dispuesto a ceder, y sus aliados ya han anunciado que la campaña electoral para las próximas elecciones ha comenzado.
El gobierno de unidad ha mantenido cruces respecto del presupuesto de 2021. Netanyahu y sus socios del campo de derecha quieren votar solo por un presupuesto a corto plazo, algo que se opone a lo estipulado en el acuerdo de coalición.
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Benjamín Netanyahu y Benny Gantz durante la firma del acuerdo de coalición de gobierno en abril.
Si se aprueba el presupuesto a largo plazo, Netanyahu se verá obligado a comprometerse con el acuerdo de rotación el próximo año y ceder el poder a Gantz. Pero si el gobierno colapsa, Netanyahu permanecerá como primer ministro durante la campaña electoral de tres meses hasta que se forme una nueva coalición.
Netanyahu también se beneficiaría si se demoraran las negociaciones sobre el presupuesto, ya que en ese período de tiempo llegarían las vacunas contra el coronavirus a Israel, lo que llevaría a que la economía comience a recuperarse el próximo año, lo que le otorgaría más probabilidades de alzarse con la victoria en las próximas elecciones.
