El Comité Electoral Central de Israel criticó duramente al proyecto de ley presentado por Miki Zohar, parlamentario del Likud, que busca acortar de 90 días a 45 los preparativos para una posible convocatoria a elecciones en 2020.
Orly Adas, directora del organismo, acusó a Zohar de impulsar esta propuesta aun sabiendo que es inviable. "Lo sabe perfectamente", aseguró y atacó las intenciones de quienes apoyan la iniciativa: "Quieren que lo digamos nosotros para después echarnos la culpa".
"El Comité, como siempre, desempeñará su tarea en función de lo que decida la Knesset. Pero al mismo tiempo la Knesset debe abordar el tema desde todos los aspectos legales, las complejas aristas organizacionales, las dificultades derivadas de una tercera convocatoria en menos de un año y las necesidades ejecutivas involucradas en la celebración de elecciones. Se debe establecer un cronograma realista", agregó.
La verificación legal de entre 10.000 y 15.000 personas que se postularían al parlamento, sumados al análisis de los vetos a diferentes partidos o candidatos, son algunos de los ejemplos que detalló Adas al momento de citar motivos por los cuales la propuesta del Likud sería imposible de implementar. "Además se necesita tiempo para discutir esos vetos y las apelaciones que suelen derivarse", destacó la funcionaria.
Miembros del Comité Electoral destacaron que de los 90 días previstos originalmente apenas 65 son laborables, lo que ya implica una dificultad de origen, y también apuntaron su crítica al apartado del proyecto de ley que busca suprimir la condición de feriado que suele regir en las jornadas electorales israelíes. "Si el sistema educativo funciona ese día, ¿dónde pretenden que hagamos las elecciones?", cuestionaron.
Miki Zohar calificó como "delirante" a las declaraciones del Comité. "¿Desde cuándo se supone que los asuntos políticos son fáciles? No tengo dudas de que se pueden realizar las elecciones de la manera en que lo sugerí, inclusive si se requiere un mayor esfuerzo o mayor mano de obra", opinó.
"El bien de la economía israelí y el fin de la crisis política es mucho más importante que la reticencia de una directora a hacer el esfuerzo", completó su respuesta el parlamentario del Likud.
