Los israelíes que estén enfermos de COVID-19 podrán emitir sus votos en los colegios electorales que las autoridades esperan que garanticen una elección fluida y minimicen los riesgos de infección.
Las elecciones de marzo de 2021, provocadas prematuramente debido a un estancamiento político aparentemente insolucionable, son las segundas del país desde el brote mundial de coronavirus. También es el cuarto proceso electoral en dos años.
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Maqueta de una mesa electoral para votar desde el auto.
(Comité Central de Elecciones)
Con el fin de mejorar el proceso de votación, el Comité Central Electoral informó que habilitaría urnas para las personas diagnosticadas con coronavirus. Los votantes se detendrán en una estación, se enrollará una urna en su ventana y luego presentarán su identificación y elegirán un candidato sin tener que salir del automóvil. "La estación salvaguarda el secreto del voto", informó a la prensa la directora general del comité, Orly Adas.
Los trabajadores de los colegios electorales llevarán equipos de protección, y el comité está consultando con el Ministerio de Salud para elaborar los protocolos más seguros. Esto podría incluir dotar de personal a las estaciones sólo con aquellos que se han recuperado de COVID-19 y aquellos que han sido vacunados.
Además, aproximadamente 350 hogares de ancianos también estarán equipados con sus propios colegios electorales, para que las personas mayores puedan votar sin entrar en contacto con el público en general.
El organismo electoral estimó que el costo del equipo de protección y la adición de miles de mesas de votación y trabajadores electorales alcanzaría al menos 65 millones de shekels (aproximadamente 20 millones de dólares).
Los funcionarios de salud siguen siendo optimistas respecto de que, con la preparación y planificación adecuadas, Israel puede pasar los próximos meses con un daño mínimo. "Queremos que la gente esté segura al votar", dijo Giora Pordes, portavoz de la Comisión Electoral Central.
