El presidente de la Knesset, Yuli Edelstein, renunció a su cargo el miércoles después de que la Corte Suprema de Justicia le ordenara convocar a una votación parlamentaria para elegir a su reemplazante.
Edelstein, miembro del Likud, del primer ministro Benjamín Netanyahu, había sido blanco de fuertes críticas y presiones después de que suspendiera las actividades parlamentarias evitando que la Knesset votara para elegir a un nuevo presidente del Parlamento y que se formara el Comité Regulatorio, uno de los más importantes.
“La Corte Suprema de Justicia está enterrando a la Knesset", dijo Edelstein al comienzo de una sesión parlamentaria especial. "La decisión del tribunal no se basa en la ley, sino en una extrema interpretación partidista. La resolución contradice los estatutos de la Knesset", añadió.
.La renuncia de Edelstein entrará en vigencia el jueves.
La medida acaba con cualquier esperanza de formar un gobierno de unidad. Kajol Labán planea reemplazar a Edelstein con un integrante de su partido, una condición que el Likud considera inaceptable para establecer una coalición.
Efectivamente, Miki Zohar, parlamentario del Likud, le pidió a Netanyahu que retire cualquier propuesta para un gobierno de unidad. "Sabíamos lo que iba a suceder, la Lista Conjunta actuó para crear el caos en Israel y eso fue lo que hizo: llevó a Edelstein a renunciar", dijo Zohar a Ynet.
El anuncio de Edelstein tuvo lugar mientras cientos de personas, afuera del Parlamente, ondeaban banderas israelíes y negras en señal de protesta. Algunos sostenían pancartas que decían "Salvando la democracia" y "Edelstein es un matón".