Este jueves, un misil fue disparado por las fuerzas sirias contra aviones israelíes. El impreciso ataque no dio contra las aeronaves y explotó en el espacio aéreo de Dimona, 200 km al sur de la frontera siria, cerca de un reactor nuclear del Estado judío. Las esquirlas del misil, que cayeron sobre viviendas, alertaron a los habitantes de la región.
Una esquirla se encontró dentro de una piscina perteneciente a una casa residencial en Moshav Ashalim, a unos 35 km al sur de Beer Sheva. "Eran alrededor de las 2 de la madrugada cuando escuché un ruido, una gran explosión", dijo Sonya Revivo, la dueña de la casa
"Esperé un poco y salí, pero no vi nada. Tampoco hubo sirenas ni alertas, nada. A las 6 de la mañana, mi esposo me dijo que saliera rápidamente, y vimos un gran trozo de misil en nuestra piscina. Inmediatamente llamé a la policía y al consejo local", añadió.
Revivo aseguró que si la metralla hubiera aterrizado allí en un momento diferente del día, las cosas podrían haber terminado de manera mucho más trágica. "Tengo tres hijos, están ahí fuera todo el tiempo, mi esposo también trabaja en el jardín hasta la noche", exclamó.
(Las sirenas alertan a los vecinos israelíes sobre el ataque sirio)
Otro residente de Dimona, Omer Ayed, dijo que la explosión la despertó en medio de la noche. "Salté de la cama tras una explosión muy fuerte, mientras mi teléfono me alertaba de un ataque con cohetes cerca de nosotros", afirmó.
Ayed explicó que estaba muy nerviosa y asustada, pero se calmó después de darse cuenta de lo sucedido. "Por un lado, dicen que no hay nada que temer, pero por el otro, fue la explosión de un cohete", declaró.
El alcalde de Dimona, Benny Biton, pidió al público que mantuviera la calma. "Como han escuchado de los oficiales de seguridad, el cohete no estaba dirigido a Dimona, sino a otro objetivo y aterrizó accidentalmente en nuestra área. Los residentes de la ciudad pueden mantener la calma", dijo.