El gobierno de Israel aprobó el domingo un cierre nacional de tres semanas, a partir del viernes, para contener la propagación del coronavirus. El Estado de Israel se transforma así en el primer país en imponer un segundo bloqueo general.
Los israelíes estarán restringidos a circular a no más de 500 metros de sus hogares y las escuelas permanecerán cerradas para todos los grupos de edad.
Los lugares de trabajo en el sector privado podrán operar a no más del 50%, mientras que las oficinas del sector público podrían brindar servicios con una capacidad limitada.
Se abrirán tiendas de alimentos y medicinas, mientras que la congregación se limitará a no más de 10 personas adentro y 20 al aire libre.
Las nuevas medidas, que pueden extenderse más allá de las tres semanas iniciales, fueron aprobadas después de que los casos de COVID-19 aumentaron significativamente en las últimas semanas –hasta convertir a Israel en el país con mayor tasa de infección– y en medio de críticas al manejo del virus y la economía por parte del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Israel ha registrado más de 4.000 nuevos casos diarios desde la semana pasada, con más de 500 personas en estado grave, de las cuales 139 están con respiradores artificiales. El número de muertos por coronavirus llegó a 1.108 personas desde el inicio de la pandemia.
Los ministros escucharon a los expertos en salud, quienes advirtieron sobre un aumento peligroso de pacientes gravemente enfermos que necesitan atención en la UCI.
El ministro de Finanzas, Israel Katz, advirtió que un bloqueo costaría a la economía aproximadamente 20 mil millones de shekels (unos 5.800 millones de dólares), mientras que el ministro de Salud, Yuli Edelstein, insistió en que sólo un bloqueo produciría la reducción necesaria en los casos.
Un punto de controversia seguía siendo la cuestión de las sinagogas y cómo se les permitiría operar durante las fiestas venideras, con los funcionarios de salud advirtiendo que las congregaciones en el interior sólo aumentarían el número de infecciones, insistiendo en que todos debían prohibirse todo los eventos con acumulación de gente en los interioes.
El líder ultraortodoxo Yaakov Litzman, que estaba a cargo del Ministerio de Vivienda, anunció su renuncia al gabinete el domingo, debido a la intención del gobierno de limitar las oraciones a pequeños grupos al aire libre.
Por otro lado, se informó que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, partirá hacia los Estados Unidos, donde asistirá el martes a una ceremonia que marca la normalización de las relaciones con los Emiratos Árabes Unidos.
El primer ministro ha sido ampliamente criticado un sector de la población, por irse mientras el país enfrenta nuevamente una crisis de salud.
Los manifestantes bloquearon carreteras en el aeropuerto internacional Ben Gurion en un esfuerzo por retrasar su partida prevista que estaba previstas para las 11 de la noche, horario de Israel.