Después de un día de numerosos encuentros entre diferentes actores de la política israelí, no hay soluciones a la vista y el país se encamina a una tercera convocatoria de elecciones en menos de un año.
La reunión más importante de la jornada fue la que mantuvieron a la noche los líderes de los dos principales partidos: Benny Gantz, de Kajol Labán y con el mandato presidencial para formar gobierno; y Benjamín Netanyahu, el actual primer ministro y representante del Likud.
Tras una hora de conversaciones, Gantz fue el primero de los dos en realizar declaraciones e informó que no se produjeron grandes avances en las gestiones de un gobierno conjunto. "No se puede construir una unidad sobre la base de un bloque sectorial", argumentó en referencia al ala que lidera Netanyahu, que además del Likud incluye a los partidos de derecha y religiosos.
"Las terceras elecciones serían algo malo para Israel, pero no puedo renunciar a valores y principios básicos", completó a un día de que venza su plazo para devolver el mandato al presidente Rivlin. De todas formas, tiene una mínima esperanza de que podrá resolver este conflicto en las horas que restan: "Continuaremos haciendo todo lo posible para tratar de llegar a acuerdos, formar un gobierno y evitar una votación costosa e innecesaria."
Netanyahu lamentó que este proceso "es una decisión histórica que afectará a la seguridad y el futuro del Estado" y aseguró que "Gantz rechaza el esquema propuesto por el presidente e ignora la voluntad popular que demanda un gobierno de unidad amplio".
Además, el primer ministro acusó a su adversario político de intentar "la formación de un gobierno minoritario que se base en la Lista Árabe Conjunta", la agrupación política árabe que obtuvo 13 bancas en la próxima Knesset y a la que atacó en sus últimas apariciones públicas.
De cara a las próximas horas, el líder del Likud aseguró que apelará a un esfuerzo conjunto con Avigdor Liberman, referente de Yisrael Beiteinu, con el objetivo de "establecer un gobierno de unidad que evite elecciones innecesarias o un gobierno minoritario peligroso para el Estado de Israel".
El mandato de Gantz para tratar de formar una coalición bajo su liderazgo finalizará a última hora del miércoles (horario israelí). Si el candidato de Kajol Labán no logra su objetivo y devuelve el poder a Rivlin, y habiendo fracasado Netanyahu previamente en el mismo propósito, se abrirá una instancia de 21 días en las que cualquier otro miembro de la Knesset con el apoyo de 61 parlamentarios podrá manifestar su voluntad de ser el próximo primer ministro.
Si superada esa instancia no se establece un gobierno, la Knesset se disolverá automáticamente y la sociedad israelí volverá a recurrir a las urnas en los primeros meses de 2020. Tras las votaciones de abril y septiembre de este año, sería la tercera ronda en menos de 12 meses.
First published: 20:03, 19.11.19