Israel se prepara para horas de máxima tensión luego de que al menos 9 palestinos murieron, ocho de ellos terroristas, durante un intercambio de disparos con las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) que irrumpieron en las primeras horas del jueves en Jenín, ciudad palestina de la región de Samaria, en el norte de Cisjordania.
La irrupción del ejército israelí se desarrolló a plena luz del día y el objetivo fue desmantelar a un escuadrón terrorista de la Yihad Islámica. Los tiroteos duraron alrededor de tres horas. Además de los fallecidos reportados, que incluyen a 8 hombres armados y una mujer anciana, unas 20 personas resultaron heridas, al menos cuatro de ellas de gravedad.
Las FDI informaron que durante la operación “se frustró un gran atentado” contra la seguridad de Israel. "El hecho de entrar en el corazón del campo de refugiados sirve para reflejar la relevancia del escuadrón terrorista y la importancia de la misión para la seguridad de los ciudadanos de Israel", afirmó un oficial israelí cuya identidad no puede ser revelada por motivos de seguridad.
"No hay duda de que el escuadrón que desbaratamos esta mañana puede definirse como una 'bomba de tiempo'", agregó un alto oficial de las FDI consultado por Ynet. “No era una célula terrorista más, sino una que planeó ataques significativos”, aseguró sobre el objetivo de un operativo de arresto que, tras su finalización, se encontró con miles de personas en el campo de refugiados atacando a las fuerzas israelíes. El oficial destacó que los combatientes israelíes involucrados en la operación salieron ilesos de Jenín: “Esto otorga una sensación de seguridad para los residentes de Israel y nos recuerda que no hay ciudades de refugio para terroristas”.
La irrupción del ejército israelí se desarrolló a plena luz del día y el objetivo fue desmantelar a un escuadrón terrorista de la Yihad Islámica. Los tiroteos duraron alrededor de tres horas.
Por la magnitud del incidente en Israel se vislumbran horas de máxima tensión. “Estamos hablando de una cantidad de muertes que no se ven todos los días, nos estamos preparando para escenarios de escalada”, señaló a Ynet una fuente del sistema de seguridad israelí. La Oficina del Primer Ministro declaró al respecto que Benjamín Netanyahu permanece “actualizado de manera regular sobre los eventos”.
Informes palestinos indican que el tiroteo durante el operativo israelí incluyó “disparos en todas las direcciones”. Se anunciaron huelgas en Jenín, Nablus y Ramallah; y en algunas localidades palestinas se suspendieron las clases. Un vocero de Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina (AP), denunció que “Israel realizó una masacre en Jenín ante el silencio del mundo”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores palestino pidió la reacción de Estados Unidos y la comunidad internacional: “Si no actúan ante las brutales escenas de matanza en el campo de Jenín, ¿cuándo lo harán?”, cuestionó la cancillería. Por su parte, Mohammad Shtayyeh, primer ministro de la AP, pidió “a la ONU y a todos los organismos internacionales de derechos humanos que intervengan de manera urgente para proteger a nuestro pueblo y detener el derramamiento de sangre de niños, jóvenes y mujeres”.
En simultáneo, Hamás y la Yihad Islámica anunciaron la celebración de una reunión de emergencia en la Franja de Gaza. "La ocupación pagará el precio de la masacre en Jenin, nuestra resistencia no se romperá y la respuesta no se demorará", amenazó Hamás, el grupo terrorista que gobierna en el enclave palestino. Según reportes de la red Al Jazeera, la Yihad Islámica informó a sus mediadores con Israel que “si la agresión contra Jenín no se detiene, todas las opciones están abiertas”.
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Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina, denunció una "masacre" en Jenín.
