En un apoyo estadounidense sin precedentes en medio de la guerra contra el grupo terrorista Hamás por parte de Israel, el portaaviones más avanzado de la Armada, el U.S.S. Gerald Ford, llegó al Mediterráneo oriental, con sus 4.539 soldados a bordo. El movimiento sólo sirve como elemento disuasorio, ya que los estadounidenses, como manifestó el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, no tienen intención de poner un pie en territorio israelí.
La medida tiene un significado práctico para la Casa Blanca, a la luz del creciente número de bajas estadounidenses en el ataque de Hamás y la posible necesidad de evacuar a sus ciudadanos de la región.
Además del portaaviones, los estadounidenses también están acercando a Israel el crucero de misiles guiados "Normandy", junto con otros cuatro destructores de misiles.
¿Qué encontraremos al desenvolver este regalo militar estadounidense sin precedentes? ¿Podría aumentar de tamaño tras el anuncio de ayer de los planes para traer a la región el portaaviones Dwight D. Eisenhower?
El USS Gerald R. Ford, que lleva el nombre del 38º presidente de los Estados Unidos es considerado el portaaviones más avanzado de la Marina. Tiene una capacidad para miles de efectivos navales y lleva a bordo más de 75 cazas F-35, F-15 y F-16, aviones de ataque A-10, dos lanzamisiles antiaéreos, dos misiles tierra-aire RAM y dos sistemas de radar independientes que dirigen sus misiles y aviones y detectan el fuego de aviones y misiles enemigos.
También lleva a bordo tres sistemas de armas de falange, es decir, un sistema de defensa activo basado en cañones para destruir misiles, cohetes y artillería disparados hacia ella a corta distancia, cuatro sistemas de ametralladoras (MGS) de 25 mm diseñados para protegerla de pequeñas embarcaciones, así como cuatro antiguas MGS Browning .5 de calibre 0,5 pulgadas.
Incluso sin todo este exceso de peso, el USS Gerald R. Ford pesa 100.000 toneladas y mide 78 metros de eslora y 56 metros de manga. Navega a 30 km/h, propulsado por dos reactores nucleares. Inicialmente, la estimación de costes estadounidense para la construcción del buque era de 5.100 millones de dólares, pero con los años este presupuesto se disparó hasta los 12.800 millones. A escala: esta cifra supone sólo unos 3.000 millones de dólares menos que el presupuesto total de defensa de Israel para 2024. Y eso sin contar los 3.000 millones de dólares de coste anual de mantenimiento y la I+D (40.000 millones de dólares) necesaria para crear este monstruo marino.
El buque puede operar de forma independiente en el mar durante tres meses consecutivos en lo que respecta a la alimentación, suministro de combustible y el equipamiento de aeronaves. ¿Qué se necesita para mantenerlo?
Un hospital, una farmacia, quirófanos y unidades de cuidados intensivos, laboratorios y una flota de docenas de paramédicos médicos y oficiales. También hay cuatro gimnasios. Ascensores que conectan todas las plantas del buque, una capilla, una tienda de recuerdos para coleccionistas de objetos y de interés militar, un supermercado, una cafetería que sirve cuatro comidas al día, u bar de frutas y ensaladas abierto las 24 horas. Además, está equipado con Wi-Fi en varios salones, hay monitores de videojuegos, mesas de billar, pantallas gigantes de televisión que emiten a los océanos los mejores programas de televisión estadounidenses y películas de Hollywood.
